Aunque desde hace tres meses Estados Unidos registra un saldo positivo de generación de puestos de trabajo, las cifras no son suficientes para hacer bajar la tasa de parados, gran Talón de Aquiles electoral del mandatario Barack Obama, que busca permanecer en la Casa Blanca.
La economía estadounidense creó el mes pasado poco más de 80 mil puestos de trabajo, según las cifras oficiales. La estimación promedio de los analistas era de 100 mil puestos netos en junio.
Según datos del Ministerio, la economía norteamericana creó en los meses de abril, mayo y junio unos 75 mil empleos netos mensuales, en promedio, es decir tres veces menos que en el primer trimestre.
Los efectos de la revisión al alza de la creación de empleo en mayo, a 77 mil, fueron anulados por una revisión a la baja, algo superior, de las contrataciones en abril.
El gobierno indica que “el enlentecimiento de las contrataciones se hizo sentir en la mayoría de los grandes sectores de actividad en el segundo trimestre”.
El mantenimiento de la tasa de desempleo en 8.2 por ciento se ajusta a la mediana de las previsiones de los analistas.
Cuando faltan cuatro meses para las elecciones presidenciales, Estados Unidos tenía oficialmente 12.7 millones de desempleados a junio.
Obama dijo que las cifras “son un paso en la dirección correcta” pero agregó: “No podemos estar satisfechos”.
“La situación todavía es complicada”, reconoció en referencia al empleo, en un discurso pronunciado en un colegio de Poland, una pequeña localidad de clase media en el noreste del estado de Ohio (norte), un distrito electoral clave.
REPUBLICANOS y bolsa
En medio de la campaña electoral, el rival republicano de Obama, el ex gobernador Mitt Romney, aprovechó las cifras para fustigar la gestión de su oponente.
“Hay mucha pobreza en Estados Unidos hoy, y estos números subrayan lo que la gente siente, y el dolor que sufre la clase media estadounidense”, dijo Romney a reporteros en Wolfeboro, New Hampshire, en donde se encuentra de vacaciones con su familia.
Romney atacó específicamente las políticas de Obama, en particular lo que considera el exceso de regulaciones, impuestos corporativos muy altos y un “fracaso en tomar medidas efectivas contra China por hacer trampa (con las patentes) y robar los puestos de trabajadores estadounidenses”.
La bolsa de Nueva York terminó a la baja ayer, con los inversionistas decepcionados por las cifras del desempleo: el Dow Jones cedió 0.96 por ciento y el Nasdaq 1.30 por ciento.
Para el economista Sal Guatieri, de BMO Mercados de Capitales, las estadísticas oficiales muestran que “enfriadas por las preocupaciones sobre la economía mundial y sobre la evolución de la política interior de gasto (que tiende a contraerse), las empresas estadounidenses no crean más empleos de forma suficientemente rápida para hacer bajar el desempleo”.
La tasa de desempleo y subempleo, que tiene en cuenta entre otros a los asalariados que trabajan a tiempo parcial porque no encuentran un empleo de tiempo completo y a las personas que dejaron de buscar activamente un trabajo, subió 0.1 puntos porcentuales y se ubicó en 14.9 por ciento, su nivel más alto en cuatro meses.
Estados Unidos creó 80 mil puestos de trabajo en junio según cifras publicadas ayer, pero no le alcanzó a la primera potencia mundial para que la tasa de desempleo cayera del 8.2 por ciento en el que está afirmada, y con estas cifras se calienta aún más el debate electoral.
Credito
AFP
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