“Es normal que pida perdón a todos y que sienta el peso de las 32 víctimas sobre mi conciencia”, afirmó Francesco Schettino a una periodista de la cadena privada Canale 5.
El naufragio fue “un incidente banal, donde la fatalidad se introdujo en la interacción entre los seres humanos. Creo que hubo un malentendido, es precisamente a causa de esto por lo que la gente está enfadada”, explicó.
“Es como si todos los cerebros, incluyendo los instrumentos de a bordo, hubiesen fallado”, estimó, presentándose como “una víctima de todo ese sistema”.
“Un incidente en el mar es diferente de un crimen. No creo haber cometido un crimen”, se justificó el capitán, acusado de haber provocado el naufragio al efectuar una parada demasiado cerca de la costa y de haber abandonado el navío en plena evacuación de los cuatro mil 200 pasajeros y unos mil tripulantes.
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