Ante la degradación de la situación, el emisario internacional de la ONU y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, viajaba ayer a China, tras  visitar Rusia, los dos países miembros del Consejo de Seguridad aliados del régimen de Bashar al Asad.

El ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutgolu, rechazó el llamado de su homólogo ruso, Serguei Lavrov, a los países de la región a abrir un diálogo con el presidente Asad. Catar, uno de los proveedores en armas de los insurgentes, acusó al régimen sirio de llevar a cabo una “guerra de exterminio” en contra de su pueblo.
    “Por primera vez, la capital ha sido objetivo de un caza-bombardero que lanzó el martes por la tarde cuatro bombas contra el barrio de Jobar, en el este de Damasco”, indicó el Observatorio Siro de Derechos Humanos (Osdh).
También en Damasco, se registraron ayer enfrentamientos entre los insurgentes sirios y combatientes palestinos apoyados por las tropas del régimen en Yarmuk, un campo de refugiados en el sur de la capital, en el que viven unos 148 mil 500 palestinos, indicaron una ONG y militantes anti-Asad.

AFP - EL NUEVO DÍA
Los combates y episodios violentos mataron ayer a al menos 123 personas en el país, según un balance provisional del Osdh.