Los jueces del Supremo, la más alta instancia judicial española, dieron la razón a Juan Carlos de Borbón, de 77 años, que conserva el título honorífico de rey.
En febrero, el exjefe de Estado había presentado un recurso contra la demanda de partenidad de Ingrid Sartiau, una mujer belga de casi 50 años, convencida de ser el fruto de una relación sentimental entre Juan Carlos y su madre.
En principio, Sartiau no sabrá jamás si Juan Carlos es su padre biológico. La mujer reclamaba la realización de una prueba de ADN después que el Tribunal Supremo hubiese aceptado en enero su demanda de paternidad.
Esta era la primera acción legal emprendida contra el monarca desde que perdiera su inmunidad total al abdicar el 18 de junio en favor de su hijo Felipe, de 47 años.
La decisión de este miércoles, que también rechazó la realización del test de ADN, sólo puede ser recurrida ante el Tribunal Constitucional español.
Sartiau apoyaba su demanda en una declaración ante notario hecha por su madre, afirmando que don Juan Carlos la dejó embarazada a mediados de los años 1960. Entonces el monarca ya estaba casado con la reina Sofía, con quien contrajo matrimonio en 1962 y tuvo dos hijas, Elena y Cristina, y un hijo, el actual rey Felipe VI.
En virtud de la "inviolabilidad jurídica" que lo protegía mientras reinaba, dos tribunales civiles habían rechazado en 2012 una primera demanda de Sartiau y otra del español Alberto Solá Jimenez.
Adoptado durante la infancia, éste último defendía que su madre biológica, la hija de un conocido banquero de Barcelona, había mantenido una relación con Juan Carlos.
Éste subió al trono en 1975, tras morir el dictador Francisco Franco, y tuvo un papel clave en la transición del país hacia la democracia.
Sartiau y Solá se habían conocido a raíz de las investigaciones empredidas por la belga cuando su madre le dijo un día, viendo al rey de España en televisión: "ese hombre es tu padre".
Respetado durante mucho tiempo y considerado intocable por la prensa, Juan Carlos reinó 39 años hasta dejar la corona el año pasado a su hijo para renovar la imagen de la monarquía, deteriorada en los últimos años por una multiplicación de escándalos que se sumaron a los problemas de salud del monarca.
El mayor escándalo es el presunto caso de corrupción protagonizado por su yerno, Iñaki Urdangarin, exmedallista olímpico de balonmano reconvertido en hombre de negocios. Su esposa, la hija menor de Juan Carlos, Cristina, de 49 años, será juzgada por un presunto caso de fraude fiscal vinculado a los negocios de su marido.
El propio rey había sido centro de muchas críticas en 2012 por participar en una caza de elefantes en Botsuana cuando España se encontraba en el peor momento de su crisis económica.
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