RESUMEN AGENCIAS
Ayer, al cierre de esta edición, el incendio que se desató en las cercanías de las ciudades costeras chilenas de Valparaíso y Viña del Mar permanecía contenido, pero aún activo.
De acuerdo con la información suministrada por el Gobierno, las llamas arrasaron 460 hectáreas de pastizales y matorrales.
Debido a la peligrosidad del fuego, que se había desatado en la tarde del viernes y que en algún momento amenazó con expandirse a lugares habitados, las autoridades decretaron zona de catástrofe en el área afectada y unas siete mil personas fueron evacuadas, aunque en la mañana de ayer pudieron retornar a sus hogares.
“Se ha apoyado con todos los requerimientos que se han efectuado y se ha utilizado la última tecnología para prever escenarios y emplear lo que se requiere para controlar este incendio”, señaló el director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Ricardo Toro, en la segunda evaluación del día sobre el siniestro.
Y precisó que “esto ha permitido contener el incendio”, aunque no controlarlo definitivamente.
Según las autoridades, ayer en la tarde se esperaban ráfagas de viento sobre los 30 kilómetros por hora, altas temperaturas y una muy baja humedad, lo que tornarían más adversas las condiciones climaticas.
“La gente tiene que estar tranquila, pero sí tener la preocupación de tomar las medidas en caso de tener que evacuar porque en las tardes el viento cambia”, advirtió el director Toro.
También se mantiene suspendido el suministro de electricidad en varias áreas de la ciudad de Valparaíso y algunas vías de acceso están con su tráfico interrumpido.
Cabe recordar que en abril de 2014 Valparaíso sufrió el peor incendio de su historia, el que causó varias muertes, miles de personas evacuadas y la destrucción de centenares de viviendas.
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