AFP, SANÁ
Al menos 142 personas murieron ayer en tres atentados suicidas contra dos mezquitas de la capital de Yemen, Saná, que fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI).
Al menos 351 personas resultaron heridas en estos ataques, los más sangrientos desde que las milicias chiitas hutíes se hicieran con el control de la capital a principios de enero en medio del caos propiciado por las milicias chiitas de los hutíes y los yihadistas sunitas de Al Qaeda, dos grupos hostiles al poder del presidente Abd Rabo Mansur Hadi.
El EI reivindicó los atentados a través de un comunicado publicado en Internet, firmado por la “provincia de Saná” del grupo yihadista, en el que amenazaban con más ataques contra los hutíes.
Durante el rezo semanal del mediodía, un kamikaze se hizo explotar en la mezquita Badr, sur de Saná, seguido de otro en la entrada de este mismo templo al tiempo que los fieles huían. Un tercer kamikaze se hizo explotar en una mezquita en el norte de la capital.
Los atentados se produjeron casi simultáneamente. Un cuarto atentado suicida ocurrió en Sada, donde un kamikaze se inmoló cerca a una mezquita sin víctimas.
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