“Cada luchador de alguna manera sabe los riesgos en este tipo de deporte”, pero de cualquier forma “se abrió una averiguación previa como cuando se muere cualquier persona”, comentó a la AFP José Manuel Yépiz, vocero de la fiscalía de Baja California, un estado del noroeste fronterizo con Estados Unidos, donde ocurrió el deceso.
Al observar los videos de aficionados sobre el último combate del luchador, efectuado el viernes pasado, “de entrada se puede ver homicidio imprudencial (...) sin embargo habría que catalogar que es lucha libre”, añadió el portavoz.
El “Hijo del Perro Aguayo”, que llevaba 20 años en los cuadriláteros, murió la madrugada del sábado por un traumatismo cervical que le provocó una patada en el cuello propinada por el luchador Óscar Gutiérrez, “Rey Misterio Jr.”, en el Auditorio Municipal Fausto Gutiérrez Moreno de Tijuana.
Gutiérrez será llamado a declarar como parte de la investigación, prosiguió Yépiz.
En los videos difundidos se observa el momento en que el “Hijo del Perro Aguayo” cae inconsciente sobre las cuerdas tras recibir la patada.
Pedro Aguayo Ramírez, de 35 años, quedó colgando varios minutos de una de las cuerdas del ring mientras su pareja y sus otros dos contrincantes continuaban luchando, hasta que finalmente fue sacado del cuadrilátero en una camilla de emergencias improvisada con una tabla de madera para ser trasladado a un hospital privado, donde fue declarada su muerte en las primeras horas del sábado.
Esa aparente demora en su atención médica fue cuestionada por algunos aficionados en redes sociales y otros luchadores.
Pero el jefe de comisionados del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), Mario García, consideró el domingo en el velorio de Aguayo que “como hayan actuado (los médicos del evento) es inobjetable”.
Los médicos argumentaron que estaban atendiendo a otros tres lesionados en los camerinos en ese momento.
Comentarios