Cumbre de las Américas: tensión y festejo

AGENCIAS - EL NUEVO DÍA
La creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos será una piedra en el zapato para los líderes que asistirán a la VII Cumbre de las Américas.

La creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos será una piedra en el zapato para los líderes que asistirán a la Séptima Cumbre de las Américas, que en un principio parecía destinada a ser una celebración del acercamiento entre Washington y La Habana.

La cita continental que acogerá Panamá será la primera a la que asistirá Cuba, que, desde 1994, cuando comenzaron esas cumbres en Miami, estuvo excluido por la férrea oposición de Estados Unidos.

En la sexta cumbre, celebrada en Cartagena de Indias (Colombia) en 2012, la mayoría de los países latinoamericanos sostuvo que esa había sido “la última sin Cuba”, lo cual finalmente se ha cumplido, en parte por la nueva relación que La Habana y Washington intentan tejer desde diciembre pasado.

Panamá, que desde el inicio había trabajado para que así fuera, fue ayudado por ese histórico paso, que sepultó más de cinco décadas sin diálogo y fue decisivo para que la Casa Blanca aceptase que Cuba se siente, por vez primera, en la mesa americana.

“Será una cumbre histórica, que va a encontrar un continente unido y buscándose a sí mismo”, celebró en su momento el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.

Sin embargo, el clima de festejo fue suplantado por una creciente preocupación desde el pasado 9 de marzo, cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, amplió unas sanciones ya aplicadas a Venezuela y declaró a ese país como una “amenaza extraordinaria” a la “seguridad nacional”.

Venezuela ha protestado en todos los foros internacionales y su presidente, Nicolás Maduro, ha dado por sentado que esa declaración comprueba los “planes de agresión” que tiene Estados Unidos contra su país, al que acusa de dirigir una trama dirigida a derrocarlo.

Credito
EL NUEVO DÍA

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