Francisco, que conmemoró la “pasión de Cristo” y su crucifixión en Jerusalén, presidió la Vigilia pascual con la que se celebra, según la tradición cristiana, la resurrección de Jesús.
Bajo el impacto de la tragedía de Kenia, la denuncia de la violencia yihadista desbanca a los demás temas, como la paz o la justicia, temas habituales cada año en Pascua.
Jorge Bergoglio condenó la “insensata brutalidad” de la matanza de los yihadistas Shebab contra los estudiantes de Garissa, en el este de Kenia, que dejó 148 muertos. “Todos los responsables deben intensificar sus esfuerzos para acabar con semejante violencia” pidió el jefe de los mil 200 millones de católicos.
En el Vaticano hay conmoción por la multiplicación de persecuciones contra cristianos de Irak a Kenia, pasando por Libia, Pakistán o Nigeria, y se teme que no sean denunciadas, incluso por las propias autoridades occidentales y musulmanas.
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