RESUMEN AGENCIAS

El arzobispo de Mineápolis, John Nienstedt, y un obispo asistente dimitieron ayer tras divulgarse un informe de la Fiscalía de Minesota, Estados Unidos que acusaba a la arquidiócesis de ignorar y gestionar de manera inadecuada quejas de casos de pedofilia.

Nienstedt y el obispo asistente Lee Piché dimitieron, asumiendo responsabilidades por la acusación, pese a no haber sido señalados individualmente por la Fiscalía.

A comienzos de este mes, fiscales del estado de Minesota acusaron a la arquidiócesis de Mineápolis y Saint Paul por la gestión de las denuncias de pederastia por parte del clero a su cargo.

Los fiscales aseguraron que las autoridades eclesiásticas en la arquidiócesis dieron la espalda a los repetidos informes de abusos sexuales en el caso de dos párrocos, que fueron condenados por abusar de dos menores.

En un comunicado, Nienstedt explicó que ha dimitido “para permitir un nuevo comienzo en la arquidiócesis en medio de los muchos desafíos a los que se está enfrentando”. “Mi liderazgo ha desviado, desafortunadamente, la atención de las buenas obras de la Iglesia y de aquellos que la guían”, añadió el arzobispo. El papa Francisco aceptó la dimisión, según explicó el arzobispo en su comunicado de renuncia.