“Las fuerzas iraquíes y las unidades de movilización popular avanzan desde Taza Jormatu, al sur de la ciudad de Kirkuk, para una gran operación (…) con el fin de retomar la base K1 y los campos petrolíferos”, indicó el Consejo en Twitter.
Un fotógrafo de la AFP vio cómo tropas iraquíes se dirigían hacia el norte desde Taza Jormatu.
Irak exige retomar el control de las posiciones que los kurdos ocupan desde la debacle sufrida por el Ejército y la Policía iraquíes frente al grupo Estado Islámico en junio de 2014.
Además de las bases militares, los combatientes del Kurdistán -región autónoma desde 1991- tomaron el control de las infraestructuras y yacimientos petrolíferos de la provincia disputada de Kirkuk.
La base K1 corresponde al puesto de la 12a. división del ejército iraquí, que los combatientes kurdos ocuparon en junio de 2014, después de que Mosul cayó en manos del grupo EI.
Las autoridades centrales de Bagdad controlaban los yacimientos petrolíferos de Kirkuk, hasta que en 2008 los kurdos tomaron el control de los pozos de Jormala. En 2014 hicieron lo mismo, con los de Havana y Bay Hasan.
Ayer, el presidente iraquí, Fuad Masum, quien es kurdo, viajó desde Bagdad hacia el Kurdistán para negociar, tres semanas después del referendo organizado en el Kurdistán, que exacerbó la tensión.
Las autoridades iraquíes habían dado un nuevo plazo a las fuerzas kurdas para dejar las posiciones.
Tras cuatro horas de negociaciones, el comunicado entre ambas partes no hizo referencia a la retirada de los miles de combatientes peshmergas.
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