Naciones Unidas reclamó ayer más medidas para proteger a los niños en los conflictos armados y para asegurar que los responsables de crímenes rindan cuentas.
“Niños en todo el mundo están sufriendo enormemente y de forma inaceptable por los conflictos. Esta es una vergüenza global”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, al presentar al Consejo de Seguridad su informe anual sobre este problema.
Según Guterres, durante el último año se ha visto un “nivel alarmante” de violaciones de los derechos de los menores en distintos países, entre los que destacó Afganistán, Siria, Somalia, la República Democrática del Congo, Nigeria o Sudán del Sur.
“Vemos a grupos armados forzando a niños a cometer atentados suicidas. Vemos a niños estigmatizados por ser reclutados y utilizados por grupos armados. Vemos a niños responsabilizados penalmente por actos a los que fueron obligados. Y vemos a partes de conflictos a menudo obstruir ayuda vital para los niños”, enumeró.
El Consejo de Seguridad, por su parte, aprobó una declaración pactada por sus 15 miembros en la que condenó todas las violaciones de los derechos de los menores en las guerras y expresó su preocupación por “la falta de progresos” en muchos lugares.
Pese al panorama “desalentador”, Guterres destacó que recientemente se han logrado algunos progresos, con algunas partes de conflictos escuchando las recomendaciones de Naciones Unidas y tomando medidas.
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