Mientras tanto, altos cargos de su Gobierno remarcaron que EE.UU. “no hará concesiones” con la capital Pyongyang.
Las optimistas palabras del mandatario provocaron que varios altos cargos expresaran prudencia y firmeza al remarcar la complejidad de este posible encuentro.
“No se equivoquen. Mientras estas negociaciones se producen, no se harán concesiones”, dijo Mike Pompeo, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Pompeo insistió en que las condiciones a Pyongyang son claras: “pruebas verificables” del parón en los ensayos de misiles, permitir las maniobras militares conjuntas en la región de EE.UU. y Corea del Sur, y poner sobre la mesa la desnuclearización del régimen norcoreano.
Aunque en un principio se había señalado como fecha para el histórico encuentro entre ambos líderes el mes de mayo, lo cierto es que en los últimos días ha crecido la incertidumbre.
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