Al filo del mediodía de ayer, un grupo de personas, en su mayoría jóvenes que caminaban por una avenida entre la Universidad de Kabul y el Hospital Aliabad para unirse a las celebraciones del año nuevo en un templo cercano, se vieron sorprendidas por un atacante suicida que se lanzó contra ellos y se inmoló.
Las víctimas trataban de llegar al templo Kart-e-Sakhi, situado en las inmediaciones de donde tuvo lugar la explosión y frecuentado sobre todo por chiíes y miembros de la minoría hazara, indicó el portavoz del Ministerio de Interior afgano Nasrat Rahimi.
Las víctimas se dirigían al templo para celebrar el primer día del año nuevo solar, la festividad de Nawroz, un día festivo en el que los afganos aprovechan para almorzar en parques y lugares públicos o unirse a las celebraciones en templos y mezquitas.
De acuerdo con el portavoz del Ministerio de Salud Pública Wahidullah Majroh, 32 personas perecieron a causa de la explosión y otras 65 resultaron heridas de diversa consideración.
El presidente afgano, Ashraf Gani, condenó enérgicamente el ataque en las inmediaciones del templo Kart-e-Sakhi por considerarlo “un crimen contra la humanidad”.
Dato
El atentado se produce tres semanas después de que Gani llamase a los talibanes a sentarse en la mesa de negociación.
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