Rodeado de exuberantes bosques y cristalinos ríos, este complejo volcánico compuesto por 17 cráteres, está ubicado en la región del Biobío (550 km al sur de Santiago) en la Cordillera de Los Andes. Es uno de los más activos de Chile, por lo que ha sido constantemente vigilado durante los últimos años. Desde 2015 mantenía el nivel de alerta amarilla, pero desde diciembre algunos erupciones menores de ceniza alertaron a los especialistas sobre el aumento de actividad en este macizo de 3.200 metros de altitud.
Frente a la alta probabilidad de que se produzca “un evento eruptivo explosivo mayor al que hemos observado en los últimos meses”, se decidió elevar la alerta a naranja, dijo Álvaro Amigo, jefe de la red nacional de vigilancia volcánica de Sernageomín.
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