Tras conocer el hecho ocurrido en noviembre del 2020, la compañía británica decidió investigar a la mujer, que utilizaba la plataforma Oly Fans para promocionarse.

Según lo reportó el diario del Reino Unido The Sun, la asistente de vuelo no solo ofrecía sus servicios sexuales al interior de los vuelos, sino que también lo hacía como un trabajo alterno y además vendía su ropa intima por 25 euros.

La mujer contaba con un tarifario, según los requerimientos del cliente, si este requería de sus “servicios” durante el trayecto tenía un valor, diferente a si lo deseaba en tierra firme. Los montos podían sobrepasar los 55 euros.

“Si alguna vez quieres entretenimiento para adultos a bordo, todo lo que tienes que hacer es darme una suma de dinero y disfrutarás de una experiencia completamente diferente de tu elección”, decía una publicación de la joven.

Cuando la azafata fue descubierta, la aerolínea inició una investigación y descubrieron que no solo se estaba prostituyendo, sino que, además tenía otros comportamientos inapropiados durante su labor como asistente de vuelo.

En el blog de la mujer encontraron un mensaje que decía “Nada mejor que emborracharme con mi piloto para que pueda hacerme lo que quiera. Salud”

Entre tanto, la compañía indicó al medio en que “esperamos el más alto nivel de comportamiento de todos nuestros colegas en todo momento, y estamos investigando los reclamos”.