Cada mes de octubre, Adriana García revive la pesadilla que vivió hace 21 años como si acabara de ocurrir, luego de que su exesposo degollara y asesinara a sus dos hijos, Sebastián y Valentina, que en la época de los hechos tenían 4 y 2 años, por venganza.

Sucedió en el mes de octubre del año 200º, luego de que Ariel Bualo, el padre, se llevara a los pequeños con él de acuerdo al régimen de visitas acordado tras la separación. Era el fin de semana del día de la madre, que en Argentina (país donde ocurrió el aberrante hecho, exactamente en la ciudad de Mar de Plata) se celebra en el tercer domingo de octubre, tan solo dos días antes de que Adriana cumpliera años.

Sin embargos, lejos de tener un fin de semana tranquilo con su papá, los niños fueron asesinados de la forma más cruel: los degolló. Luego, tomó los cadáveres y se acostó con ellos en la cama, durmió toda la noche y a la mañana siguiente, llamó a la policía y se entregó. Todo por vengarse de su ex, por “haberlo abandonado”.

Expertos, psiquiatras e investigadores, calificaron a Bualo como "un monstruo, psicópata y perverso", y en el año 2001 se le sentenció a cadena perpetua por doble homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía, aseguró el medio local TN.

El crimen habría podido haberse evitado, pues Adriana ya había denunciado al hombre seis veces por maltrato y acoso e incluso, llegó a huir con los pequeños, pero su llamado de auxilio jamás fue escuchado. "Me escapé, pero me hicieron pagar una multa por cada día que el padre no tuvo contacto con los chicos", aseguró la madre.

Hoy en día, lidia con el gran dolor que no ha sanado del todo, mientras sana con ayuda de Franco, su hijo adoptivo.