Inseguridad: Una realidad de Ibagué

Columnista Invitado

A ratos uno no sabe que es mejor, si escuchar o leer las noticias que a diario emiten los diferentes medios o definitivamente marginarse de las mismas.
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El cuestionamiento se hace en virtud a los diferentes hechos delictivos que se están presentando en la ciudad y que son los mismos, lo único que cambia es el lugar donde se cometen: microtráfico, atraco a mano armada, robos a vehículos bajo diferentes modalidades y robos a residencias. Pregunto: ¿Dónde está la seguridad que se dice que tiene la ciudad ¿Dónde está la autoridad encargada de minimizar y reducir a cero estos hechos? ¿Dónde está la coordinación que debe existir entre las diferentes autoridades y la Alcaldía? 

Los interrogantes formulados se soportan en un ejercicio de observación directa realizado a lo publicado por el diario de los tolimenses El Nuevo Día, y diferentes portales de noticias con asiento en la ciudad entre el 15 al 20 de marzo y entre el 12 al 17 de abril, donde pude verificar el siguiente número de casos: microtráfico 27, atraco a mano armada 18, robos a vehículos bajo diferentes modalidades 32 y robos a residencias 11. Esto indica que a pesar de lo que el gobierno municipal dice estar haciendo, la inseguridad campea con tendencia a crecer día a día.

Se reconoce la capacidad de reacción de la policía en la mayoría de los hechos, entendida esta como la presencia de la autoridad con el fin de prestar auxilio a los afectados. El cuestionamiento que se plantea es, ¿hasta cuándo vamos a actuar en forma reactiva? que, si bien es importante, mucho más relevante seria que se actuara proactivamente, es decir, con capacidad de anticiparse a los hechos, para lo cual necesariamente se requiere de un plan de seguridad construido a partir de realizar estudios focalizados de seguridad a la ciudad, con la participación de las diferentes autoridades y coordinado desde luego por la Alcaldía. 

Plan que hoy se puede construir e implementar involucrando el uso de tecnología, (drones, cámaras funcionando – circuito cerrado, monitoreo 24 horas, alarmas y patrullaje coordinado 24 horas con agentes de civil de ser posible) seguro, que serían muchos los hechos que se pudieran evitar. A ello hay que sumarle un proceso de capacitación y formación a los actores primarios que enfrentan a diario a la delincuencia, los agentes policiales. No es posible que se observe desidia y negligencia en algunos de ellos cuando tienen que actuar. Igualmente es válido capacitar a la comunidad sobre los aspectos vitales de seguridad individual, dado que la premisa es que el 90% y algo más, de la seguridad de una persona depende del mismo ciudadano. 

No hay que perder de vista que Ibagué cuenta hoy con un número relevante de personas desplazadas que han llegado a la ciudad en busca de oportunidades, que al no encontrarlas se ven forzadas a infringir la Ley y romper la sana convivencia haciendo compleja la seguridad de la ciudad. Como tal, hay que generar fuentes de empleo entre los diferentes actores del desarrollo local. Créanme que no es solo percepción de los ciudadanos es una realidad. No se trata de dar a conocer estadísticas ni describir que “están pensando hacer”, se trata de “actuar”, antes que la ciudad entre a formar parte de las ciudades donde la gente no quiere vivir ni quiere visitar. No más estadísticas y estudios, es hora de planear, articularse institucionalmente y actuar para prevenir.

FÉLIX RAMÓN TRIANA G.

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