Si bien es cierto que el voto es secreto, voy a exponer ante mis lectores las razones por las cuales decidí mi voto por John Ésper Toledo a la alcaldía de Ibagué.
Es un hombre joven que viene a remozar la política. Salvo otros dos candidatos los demás son representantes de la vieja clase politiquera, con todas sus mañas y defectos. Los otros dos también jóvenes ya tienen las rancias costumbres politiqueras bien aprendidas.
Es un joven bien preparado académicamente. Ha demostrado sus capacidades, liderazgo, carácter y don de mando. Tiene experiencia administrativa con conocimiento del estado tanto desde el ejecutivo como del legislativo.
Es un ser humano amable, abierto hacia la gente, alegre y seguro de sí mismo. Esto es importante porque la ciudad está harta de mandatarios autoritarios, groseros o pusilánimes que no se compenetran con los ciudadanos sino en elecciones.
Es un hombre trabajador que sabe lo que es hacerse desde abajo. Ha sido un emprendedor y generador de empresas. Es un hombre de familia, con profundos principios humanistas y de respeto por los demás. Es creyente y practicante de la religión católica.
Me gusta su propuesta de infraestructura, por lo clara, concreta y bien estructurada. Sabe de dónde va a conseguir los recursos para hacer realidad lo que promete. Su militancia en el partido del vicepresidente, y su aval con partidos de gran calado nacional, le garantizan que su gestión ante el gobierno nacional estará respaldada y que sus pedidos serán atendidos. Es el único que tiene ese puente con la administración de Juan Manuel Santos.
Desde el gobierno de Carmen Inés Cruz, que reestructuró la nómina municipal, el desempleo se disparó. La propuesta de Toledo es una política de empleo integral, involucrando pactos con los empresarios para el primer empleo; garantizar empleo para los ibaguereños en el desarrollo de sus proyectos de infraestructura y modernización vial; prioridad para los jóvenes profesionales que aún no tienen experiencia y para los egresados de la Universidad Humana, contratar desayunos escolares con las madres cabeza de familia así como los uniformes escolares, es pensar en ayudar a la población más necesitada y vulnerable.
No es hombre de rencores ni odios. Respetuoso y de buenos modales. Tiene la convicción de hacerle la guerra sin cuartel a la corrupción, pero sin declarar a todos sus contradictores de corruptos ni ladrones. No tiene antecedentes judiciales. Conoce el municipio y sus rincones con detalle, pasión y cariño. Conoce las necesidades de la gente y sus soluciones.
Quiere hacer un gobierno con la gente, con veedurías bien establecidas y con apoyo técnico. Tiene claro el papel de la empresa privada en la creación de riqueza y la importancia de lo público en la generación de bienestar general.
Hará una alianza entre la academia y sectores privado y público para impulsar el desarrollo armónico y sostenido del municipio. Me da confianza y tranquilidad votar por Toledo para la alcaldía. Al igual que miles de ibaguereños, respetamos a los otros candidatos, pero sin dudarlo, estamos con el mejor.
(*) ‘Superasesor’ de la Administración del alcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez.
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