¿El título para qué?

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

Se intentará destruir cuanta institución esté al frente con tal de evadir las responsabilidades políticas y jurídicas de las acciones adelantadas. Un plagio no es un asunto menor, se trata de una deshonestidad intelectual y de un delito, que se comete, a veces, con la finalidad de obtener un título. Y ¿El título para qué?, no como una parodia a la frase de Darío Echandía, sino como una reflexión con relación a la acreditación, a través del conocimiento, de la profesión o especialidad obtenida mediante el fraude. El título no es solo una vanidad.
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En su afán por desviar o deslegitimar la evidencia del plagio, la presidenta de la Cámara de Representantes Jennifer Arias, ya arremetió contra la Universidad Externado de Colombia, no importan los más de 135 años de historia, ni el legado y el carácter con que alentaron sus fundadores, liberales radicales, el centro de enseñanza, y arremeterá las veces que sea necesario con tal de mantener la duda, amparada en una, dice ella, vulneración del derecho de defensa que en realidad no existe. Aquí me quiero detener por dos razones fundamentales:

La primera, la Universidad Externado de Colombia se funda en unos principios claros, reiterados en diversas publicaciones, por docentes y directivos, basta con escuchar la elocuencia de las palabras, por quien fuera su rector por casi medio siglo, el maestro Fernando Hinestrosa, que, por cierto, le hubiera hecho mucho bien leerlas o escucharlas a quien hoy se arroja contra la Universidad.

“El Externado tiene unos principios fundadores como son, el respeto al otro, la tolerancia, el amor a la libertad, el principio de igualdad, el espíritu republicano, la honradez y seriedad académica. Eso somos en el Externado”. ¿Será que se equivocó de Universidad la presidenta de la Cámara?

Segundo, el derecho de defensa, argumento del cual se valen, ella y sus seguidores, para más bien buscar minar la credibilidad institucional, está plenamente garantizado. En el mismo comunicado emitido por la Universidad, esta señala, justamente que, para salvaguardar el debido proceso y el derecho de defensa, acudirá, por un lado, al Consejo de Estado para solicitar la anulación de los títulos y, por el otro, a la sala penal de la Corte Suprema de Justicia y a la Fiscalía General de la Nación, para que investiguen la comisión de un presunto delito. Ahí tiene la oportunidad para defenderse, se evidenció un posible plagio y en aras de garantizar sus derechos fundamentales, que sea un Juez de la República, quien tome la decisión.

El Externado siempre ha sido autónomo -hoy el rector lo sigue demostrando-, plural, de pensamiento liberal y estricto académicamente, y quienes hemos tenido el privilegio de formarnos profesionalmente o la oportunidad de ser docentes allí, sabemos que, la Universidad, fiel a su autonomía, siempre ha garantizado el derecho de defensa y debido proceso y, en tratándose de plagio o fraude, la consecuencia siempre es la máxima sanción disciplinaria, no puede ser de otra manera.

Muy bien lo dijo la profesora Emilssen González de Cancino, en sus palabras de despedida al maestro Hinestrosa en el año 2012, “el Externado nunca ha sido moneda de cambio para el ascenso político o la vanidad personal”, es un centro de enseñanza y de pensamiento para la libertad.      

 

CAMILO ERNESTO OSSA B.

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