Se presume, pero…

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

Vean ustedes las coincidencias, el presidente Iván Duque, el pasado 20 de julio en la instalación del nuevo Congreso de la República, pronunció un discurso plagado, según él, de cumplimientos de sus “promesas” de campaña, algo muy similar a lo hecho por el Alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, en la nota publicada por el diario El Tiempo, también de la semana pasada, frente a sus “ejecutorias”, ahí sí, como dice el refrán, les tocó presumir lo que carecen, porque genuinamente salta a la vista lo contrario, la poca ejecución de sus “banderas” programáticas.
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El portal La Silla Vacía, luego del discurso del presidente, pasó por el detector de mentiras, 12 afirmaciones hechas por él y encontró que, “en la gran mayoría, infló los resultados”. La realidad es que, de las 12 afirmaciones, ¡sólo dos! resultaron ser ciertas, las demás, parcialmente ciertas –infladas- o falsas. La primera en relación a la más alta asignación a los programas sociales, por parte de su gobierno y, la segunda, frente al crecimiento de la economía en el año 2021 y lo proyectado para el 2022, en una época marcada por la pospandemia, donde recordemos viene precedida por una caída del 7 % para el 2020.

Resultó muy cuestionable, entre otras, que el Presidente hubiera señalado que “le brindaron todo el apoyo a la Jurisdicción Especial para la Paz –JEP- y a la Comisión de la Verdad”, cuando la realidad es que se han dedicado, los últimos 4 años, a golpear y deslegitimar estas dos instituciones y, los resultados, tanto del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, así como los 7 macrocasos que abrió la JEP que representan los hechos más graves del conflicto armado en Colombia, han sido por el trabajo, compromiso y resiliencia de quienes las integran, así como las víctimas del conflicto armado que le han apostado a la paz, esto, a pesar del gobierno del presidente Duque, que termina su periodo con un controvertido discurso ante un Congreso, en mayoría, opuesto al que le tocó durante su mandato y abriéndole la puerta a un gobierno alternativo –necesario-, esto último resultó ser su mejor legado.

Pero, si por los lados del Gobierno Nacional llueve, por acá no escampa, en la nota publicada en el diario El Tiempo, del pasado jueves 21 de julio, el Alcalde de Ibagué manifestó que, “la bandera del gobierno son los escenarios deportivos” y, la realidad es que al día de hoy, solo se ha entregado uno –El Coliseo de Combate-, contratado además por su antecesor. 

También dijo que los eventos deportivos realizados en la ciudad, tanto nacionales como internacionales –muy importantes sin lugar a dudas-, sacaron a la ciudad de los primeros lugares de desempleo, algo totalmente impreciso, pues, por ejemplo, en la época en la cual se realizó el Mundial de Patinaje –noviembre de 2021-, Ibagué, según el Dane, ocupó el segundo lugar de desempleo en Colombia, detrás de Quibdó, con el 17,9 %. El único momento en el cual la ciudad “redujo” los niveles de desempleo, fue a comienzos del 2022, pero no por una política clara de empleabilidad y oportunidades a la población ibaguereña, esto último no ha existido, fue por un cambió en la “metodología, el diseño muestral, operativo y conceptual” de la medición, no por nada, hoy estamos en el tercer lugar de desempleo a nivel nacional. Bien camaleónicos los informes de gestión de ambos mandatarios, pero, como diría Rubén Blades, “aunque cambien de color” se sabe por donde vienen. 

CAMILO ERNESTO OSSA B.

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