En el pódium

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas –DANE-, publicó la semana pasada las cifras de desempleo en Colombia, ubicando a la ciudad de Ibagué, nuevamente, en el segundo lugar de “sintonía” con el 17,5%, solo detrás de Quibdó que ocupó el primer puesto con el 24,7% de desempleados. Tristemente, nada nuevo, pues cada final de mes, se repite la misma historia –o, por lo menos, similar-. La conclusión no es nueva, es evidente que hay una falla en el diseño e implementación de una política pública de generación de oportunidades para la ciudadanía, que ha fracasado, incluso en su estrategia de aumentar el gasto público y la contratación de obra pública para combatir el desempleo.
PUBLICIDAD

 

Durante los años 2020 y 2021, a la Alcaldía de Ibagué se le han autorizado empréstitos por valor de $165.000 millones de pesos. Uno de los argumentos más fuertes para la aprobación del empréstito del año 2020, por $105.000 millones de pesos, era la necesidad de mover el ciclo económico e impulsar la reactivación económica y la generación de empleo, a través de la contratación de obra pública, sin embargo, a hoy, ya vemos las cifras e Ibagué continua en lo alto del desempleo. Es probable que, sin la contratación de obra pública, el panorama fuera mucho peor, pero lo cierto es que, esta forma de combatir la desocupación, es muy costosa para ciudad y poco eficiente. Ha venido, la alcaldía, financiando con déficit una ilusión que, de no empezar a generar ingresos, puede ocasionar una difícil situación financiera y presupuestal del municipio.

No hay que ir muy lejos, si comparamos las cifras de desempleo para el mismo trimestre que hoy día, esto es, julio-septiembre de 2019, la ciudad se encontraba con un porcentaje del 13,6%, negativo también, pero mejor que el registrado hoy día. Por esta razón preocupa que los objetivos de la Alcaldía Municipal estén, al parecer, medidos sólo en obras públicas; según declaraciones dadas por el alcalde, en estos más de dos años y medio de mandato, esta es su principal apuesta para “transformar y cambiar la cara de Ibagué”, pero olvida la necesidad, también, de generar riqueza a la población en general a largo plazo, a través de medidas que fortalezcan los mercados locales para atraer inversión. En la esfera pública, mucho estudiamos la ciudad y mucho gastamos, pero muy poco ejecutamos y, por supuesto, muy poco logramos rentar.

Uno de los hechos municipales, claves además, para la transformación de la ciudad es, sin ninguna duda, el desarrollo económico y social, ¿a qué le apuntamos? Dentro de un universo de posibilidades, hay que centrarse en lo que debemos hacer, como por ejemplo, el turismo, apalancado principalmente por la cultura y el ecoturismo, una Ibagué agroindustrial, logística, con una fuerte inversión en infraestructura en Tic´s y, por supuesto, una decidida apuesta por la recuperación del espacio público, resolviendo, en primer lugar, el problema del agua y la precaria planificación territorial, que hagan atractiva la inversión y la generación de oportunidades e incentiven la competencia. A ver si le apostamos a una creación de empleo que no dependa, principalmente de la obra pública, muchas veces cuestionada, por demás, en esta administración.

¡Hagamos región y apoyemos lo nuestro!

Lo invitamos a seguir leyendo aquí 

https://digital.elnuevodia.com.co/library

Camilo Ernesto Ossa B.

Comentarios