Doscientos años de la navidad negra en Pasto

Carlos Eduardo Lagos

En épocas de las luchas por la independencia de América, Pasto era un punto estratégico en la ruta de los ejércitos republicanos hacia los países del sur; debido a su ubicación estratégica, la búsqueda de su autonomía y su rebeldía frente a la Junta criolla que se estableció en Quito en 1809 fue objeto de múltiples disputas entre los gobiernos y obispados de Quito, Cauca y Santafé de Bogotá.
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La influencia de la ilustración, la revolución francesa y la Independencia de los Estados Unidos, contribuyeron al pensamiento de las elites criollas que conllevó a la gesta de independencia, basados en principios de libertad, democracia y de la racionalidad; alentados además por la invasión francesa bajo la egida de Napoleón Bonaparte a España en mayo de 1808, quien impuso a su hermano José Bonaparte conocido como Pepe Botellas, en reemplazo del rey Fernando VII. 

A principios del siglo XIX, Pasto estaba aislado de las corrientes de la ilustración, no le interesaba cambiar al rey y le aterrorizaban los librepensadores; sus reivindicaciones eran otras: una administración independiente de Quito y Popayán, el asiento de un obispado y el establecimiento de instituciones educativas para sus hijos. Por otro lado, los indígenas veneraban al rey y a los dirigentes pastusos no les convenía un cambio que perjudicara sus intereses. 

El éxito de los ejércitos republicanos hizo inevitable el avance de estas tropas hacia las tierras del sur, Boyacá (7 de agosto de 1819) Carabobo (24 de junio de 1821); pero tras ocupar a Popayán encuentran una férrea resistencia de parte de las milicias pastusas; por lo que Bolívar intenta bordear el Galeras, pero es interceptado por las tropas del español Basilio García y las milicias en el sitio conocido como Bomboná (Cariaco), pero el resultado de la batalla fue adverso a Bolívar.

No obstante, la victoria del general Sucre en Pichincha (24 de mayo de 1822) hace inevitable la capitulación de Pasto y entonces se firma el acuerdo de Berruecos (6 de junio de 1822) permitiendo que el 8 de junio de 1822 Bolívar entre triunfante a la ciudad; pero esta tregua no duraría mucho el 28 de octubre de 1822, el teniente coronel Benito Remigio Boves, el abogado Estanislao Merchancano y líder indígena Agustín Agualongo rompieron el acuerdo por considerarlo impropio. 

Bolívar ordena la retoma a sangre y fuego de Pasto, es así como el 24 de diciembre de 1822 tras varias escaramuzas, las milicias abandonan la ciudad, quedando esta a merced de la soldadesca, la masacre fue horrible, nadie se salvó de aquella orgía de terror; no se respetaron a sus inermes habitantes; mujeres, ancianos y niños fueron masacrados y violados incluso a las siervas de Dios, durante aquella amarga noche de Navidad y durante tres días más.

¿Fueron los pastusos quizá los únicos que entendieron que el cambio en el poder, de las Elites Españolas a las Elites criollas en la forma como se hizo y sin un cambio en el modelo económico y de castas, traería guerras y desolación a esta nueva República; como evidentemente ha venido y viene sucediendo desde hace más de dos siglos?

 

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CARLOS EDUARDO LAGOS

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