De dientes pa’ afuera

César Picón

El Gobernador, el Alcalde y la Directora de Cortolima, se tomaron la selfie juntos en la rendición de cuentas de la semana pasada y reafirmaron un supuesto trabajo mancomunado para atender los problemas prioritarios del departamento. Sin embargo, la realidad demuestra que no hay un solo proyecto de trascendencia en el que esa supuesta unidad se haya materializado. Incluso, sus mismas promesas individuales se desvanecen con el paso del tiempo. Ni lo uno ni lo otro.
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Los dos gobernantes prometieron trabajar en llave para construir la carrera 13 y la calle 103, dos obras viales prioritarias para desembotellar la ciudad y generar nuevos polos de desarrollo. Pues pronto se les olvidó. Hoy el Gobernador ni menciona el tema y el Alcalde apenas está pavimentando el 3% de la calle 103 (entre la Ambalá y la plaza del Jardín), sin tener planes de continuarla. 

El Gobernador se comprometió en ayudar a culminar los escenarios deportivos construyendo el Coliseo Menor y el Complejo de Piscinas del Parque Deportivo, por ahora, todo va quedando en anuncios.

En Ibagué hay prioridades de infraestructura vial que podrían abordarse si esa voluntad de aunar esfuerzos y recursos fuera verdadera. La ciudad se ahoga en un tráfico insoportable que, si bien se resuelve estructuralmente con un sistema de transporte público eficiente (SETP), en el corto y mediano plazo requiere de obras como las mencionadas más arriba (carrera 13 y calle 103), viaductos en las Glorietas de Mirolindo y el Éxito, la continuación de la doble calzada de la Av. Ambala hasta el Salado, la diagonal 83 para conectar el barrio Las Margaritas con la Av. Ambala y una de las mas importantes que es la paralela de la Av. Pedro Tafur para facilitar los cruces y ampliar su capacidad. Si eso es mucho, al menos se unieran para tapar los monumentales huecos que hay por las vías más transitadas de la ciudad. Pero nada de eso lo tienen en la agenda del “trabajo conjunto”.

En lo ambiental hay poco que mostrar. La ciudad necesita limpiar las aguas residuales que actualmente vierte con toda la carga contaminante sobre los ríos (solo trata el 13%), para lo cual hay que construir los colectores para recogerlas y plantas de tratamiento en la parte baja de la ciudad. En estos dos años no han iniciado la construcción de un solo colector nuevo, mucho menos de las plantas. Ahí no va a pasar nada. 

Si quisieran cuidar la fábrica de agua saben que hay que continuar la adquisición de predios en la cuenca alta y media del Combeima. En el gobierno anterior adquirimos para el Municipio más de 460 hectáreas con fines de restauración y protección ambiental ¿Cuántas han adquirido trabajando unidos?, cero.

Con el paso del tiempo se demuestra que la supuesta unidad es de dientes para afuera, que no hay planeación conjunta ni voluntad alguna para impulsar proyectos estratégicos que impacten la vida y la economía en este territorio. Solo decisiones individuales, desconectadas y muchas veces sacadas del sombrero, como los 27 mil millones que ahora el Alcalde quiere conseguir prestados para un proyecto en el Centenario del que nunca habló.

Ni Musicable, ni vías, ni Bulevar de la quinta, ni soluciones ambientales. Aun así, dicen que “van por más”.

 

CÉSAR PICÓN

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