“¿Y el poder para qué?"

Con un tono de sarcasmo utilizado como crítica a los desvíos de la política en el país, el dirigente liberal Darío Echandía, quien mereció el reconocimiento de maestro por sus saberes, soltó esta pregunta desde la tribuna pública: “¿Y el poder para qué?”. La puso a consideración, sobre todo, de quienes tenían el manejo de la nación desde el poder. De los servidores del gobierno en sus diferentes categorías, de los patrones adueñados de la economía, de los jefes de los partidos con dominio de opinión, de los propietarios de la tierra, adueñados sin suficiente legitimidad de una fortuna generadora de desigualdad y de pobreza en contravía de las posibilidades productivas. En fin, una pregunta abierta a todos.

Los elegidos en Colombia

El 29 de octubre fueron elegidos en Colombia gobernadores para los departamentos, alcaldes, diputados, concejales y ediles.

La horca de la estigmatización

Es recurrente en Colombia la mención a la democracia, sobre lo cual hay más de alusión que verdad. Esa ha sido una estrategia de especulación de quienes han tenido el manejo de la nación. Se ha utilizado para distorsionar con la intención de hacer ver bondades donde no las hay.

Ideología de la violencia

La generación de violencia no está reducida al empleo de las armas, aunque estas son instrumentos letales desastrosos. Y los actores que atizan ese mal se encuentran en los diferentes sectores, convencidos de la utilidad que les representa.

El legado cultural de Fernando Botero

La muerte de Fernando Botero ha llevado a dimensionar su existencia y es unánime el reconocimiento del legado cultural que deja consolidado con su obra artística, una creación cualitativa y cuantitativamente recia.

La política como expresión de la existencia

La política está pensada como ejercicio humano de cada día. Guarda relación con todo, por cuanto rige el funcionamiento del poder en sus diversas expresiones y genera conductas de variadas implicaciones en el conjunto de la sociedad.

Violencia y corrupción

Así sean problemas que podrían calificarse de endémicos por su recurrencia, no ocultan la gravedad que representan. La violencia y la corrupción hacen parte del entramado de la nación, con la permisividad de quienes han tenido el manejo del poder.

La crónico acumulación de males

Colombia es una nación invadida de males. Se han acumulado por la permisividad de los gobiernos desentendidos de las responsabilidades del Estado ante la sociedad en general.

La prioridad es la vida

Los índices de criminalidad en Colombia son alarmantes. Y no es un problema nuevo. La violencia ha sido constante, atizada por el sectarismo partidista, unas veces, o surtida desde esa fuente de barbarie feudal que es el régimen excluyente de propiedad de la tierra. Hay una cultura de la muerte con actores armados de diferentes identidades.

Cese al fuego y mucho más

La reapertura de negociaciones entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del ELN le apuesta a una paz total y así lo expresaron todos los que intervinieron en el acto de instalación del Comité representativo de los diferentes sectores del país. En sus discursos reafirmaron su voluntad de un cese al fuego. Es el silenciamiento de las armas y por consiguiente la renuncia a todo acto generador de violencia. Es un compromiso asumido mediante consenso y con el cual se asimila un sentimiento generalizado de los colombianos.