Un anuncio contundente en lo militar y más en lo político

Columnista Invitado

El anuncio hecho por el Presidente de la República sobre la suspensión de bombardeos tiene dos significados: Uno militar y otro político. En el primer caso es muy importante y gira entorno a la confianza que genera el cese unilateral indefinido que decretaron las Farc desde el año pasado para demostrarle, no sólo a la sociedad civil, sino a las Fuerzas Militares que la voluntad de paz se materializa también en el campo de batalla.

Cuando el Presidente suspende los bombardeos lo que está haciendo es limitando la capacidad y el poder de fuego destructivo que tiene el Estado dentro del marco legal, y que ha sido exitoso, fulminante y ha entregado unos resultados muy importantes dando de baja tanto a importantes cabecillas, como a mandos medios que están en la selva.

Esta decisión es un mensaje clave desde el Gobierno nacional, y con ella le está diciendo a la guerrilla que no va a utilizar toda su fuerza para garantizar el buen tránsito y un puerto seguro para la negociación.

Si bien ese mensaje militar es de destacar, en materia política es mucho más contundente, pues le dice a la sociedad y al mundo entero, y en especial a los mandatarios de América Latina que se han declarado amigos de este proceso, que políticamente el mismo está maduro y que la situación en Cuba, a pesar de los contratiempos y de los puntos sensibles que faltan por negociar, se encuentra en buen estado.

Lo que seguramente va a suceder tras el cese de los bombardeos, será un pronunciamiento mucho más contundente en materia de justicia, y es que el gran escollo antes de llegar al tema de la cárcel y de la justicia transicional está relacionado con la disminución o la regulación de la intensidad de los combates.

Por lo general, en un conflicto interno, cuando el Estado disminuye su capacidad de fuego es por que la firma de un acuerdo de paz está muy cerca. En el caso particular de Colombia esa noticia se podría estar anunciando en el segundo semestre de este año. Para esto deberá darse previamente un acuerdo en materia de justicia transicional general que no sea público.

Este cese a los bombardeos por un mes, significa en materia de Derecho Internacional Humanitario, la posibilidad de abrirle las puertas a un armisticio donde las partes consienten no atacarse en ningún escenario.

La firma de la paz en últimas es un asunto eminentemente político que está supeditado a llegar a un acuerdo en la totalidad de los puntos de la agenda que se lleva en La Habana, y, claro, fijar una fecha que sea emblemática, la cual se podrá dar antes del 30 de diciembre de este año.

Comandante Policía Metib

Especialista en seguridad y defensa

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