Desastres en el Tolima

Columnista Invitado

Ahora que se cumplen treinta y seis años de la catástrofe de Armero, recordemos algunas calamidades que han azotado nuestra tierra. El 18 de octubre de 1985 el historiador Helio Fabio González escribía en el periódico El Derecho un profético artículo, calculaba el tiempo probable de erupción volcánica del nevado del Ruiz. Se basaba en las crónicas de Fray Pedro Simón y del científico Ramón Guerra. Decía que el próximo desbordamiento del río Lagunilla, debido al estallido del Ruiz sería entre mediados de noviembre y diciembre de 1985. El desastre ocurrió el 13 de noviembre de ese mismo año. Nadie creyó en sus predicciones.
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En la época colonial el Cabildo Ibaguereño con la presencia de las autoridades más representativas de Ibagué, trató sobre la emergencia ocasionada por un desastre. Sucedió en el mes de mayo de 1767 en la cual hubo derrumbes y terremotos en una serranía ubicada cerca de Ibagué. Los ríos Combeima y Coello se salieron de su cauce, inundando las zonas aledañas y sepultando a varios moradores del lugar.

Se interrumpió un paso del río Coello que comunicaba a los vecinos del Valle de San Juan y de San Luis con Ibagué. Se ordenó reparar dicho paso y pedir ayuda a las autoridades del virreinato. El suceso tuvo singular importancia en aquel tiempo. Estas avalanchas han sucedido periódicamente.

Según investigaciones históricas hubo erupciones volcánicas en el nevado del Tolima y el volcán Machín. Sus vestigios quedaron visibles en el suelo ibaguereño y en lugares cercanos. En 1805 la ciudad de Honda fue azotada por un violento terremoto, causando grandes pérdidas humanas y materiales. El superior de los jesuitas de esa urbe, pereció bajo las ruinas del convento donde vivía. 

El prócer Francisco de Paula Santander prestó sus servicios militares en esta zona para el año 1811, registró el estado deplorable en que se encontraba la ciudad después de ese terremoto. Algunas otras erupciones volcánicas del nevado del Ruiz ocurrieron en los años 1595, 1735 y 1845.

Ibagué es una ciudad que estuvo sometida a frecuentes temblores en la época de la colonia, como los de 1766 y 1775. En 1766 tembló en Ibagué desde el 9 de julio en adelante, afectando la iglesia parroquial. Se convocó a los vecinos ibaguereños para que hicieran contribuciones económicas para la reconstrucción del templo. La reconocida familia Buenaventura aportaba los auxilios suficientes para el mantenimiento de la iglesia y la reparación de la misma. En 1827 en la época de la república, hubo un terremoto muy fuerte que azotó a Ibagué, Santafé de Bogotá y la zona andina.

El 21 de julio de 1853 se incendió la población del Guamo, en pocas horas quedaron casi todas las casas reducidas a cenizas, redujo a la miseria a gran parte de sus moradores. El 22 de agosto de 1853 hubo un pavoroso incendio en la villa de Ambalema, el incendio comenzó a las dos de la tarde y en menos de dos horas se quemaron la mayoría de las casas cubiertas de palma, arruinando a muchos pobladores de la zona. Por fortuna el incendio no se comunicó al barrio de la antigua factoría de tabaco donde había un depósito considerable de aquella mercancía. El terremoto de 1967 afectó a muchas poblaciones del Tolima, entre ellas El Espinal, provocando daños estructurales en la bella iglesia parroquial.

 

PEDRO BERNARDINO SOSA

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