¿De qué educación hablamos?

Columnista Invitado

Todos sabemos que “Solo con educación se puede cambiar una sociedad”, pero pocos nos hemos preguntado cuál es la educación que logra ese noble propósito, pareciera que ello no es de nuestro interés a pesar del deterioro en que se sumerge nuestra sociedad.
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De otra parte, el gobierno a través del MEN, las gobernaciones y las alcaldías dicen estar realizando grandes inversiones tendientes a mejorar la educación, afirmación que la soportan con los informes de gestión que presentan a la ciudadanía.

No hay que desconocer que se está construyendo y remodelando la infraestructura de las IE donde se desarrolla la acción educativa, puntualmente en instituciones públicas de educación primaria y secundaria al menos en Ibagué, haciendo claridad que varias de ellas aún no han sido entregadas. 

Desde luego que es un sano propósito ampliar la cobertura, pero ello por sí solo no es sinónimo de trabajar por una educación pertinente y de calidad, ya que la escolarización tiene que ver solo con el número de jóvenes que ingresan al sistema educativo.

Evidencias de la crisis que enfrenta la sociedad muchas, el actuar liberado e impulsivo de los jóvenes, el crecimiento de los índices de delincuencia juvenil, el incremento del índice de maternidad juvenil, el aumento de los índices de drogadicción y alcoholismo juvenil, los enfrentamientos grotescos entre jóvenes, a ello súmele que se sigue ocupando puestos de retaguardia en las diferentes pruebas que presentan los estudiantes, esto son hechos reales que demuestran que la educación no está permeando el ser humano, es decir, no está cumpliendo con su objetivo fundamental como es sensibilizar, moldear, construir seres humanos íntegros. La actual educación está focalizada en adquirir conocimiento a partir de apropiar teorías, conceptos, tesis y a dominar la tecnología, es decir “al hacer” como si ello fuera su único objetivo, se abandonó, se olvidó “el ser”. Todo apunta a formar seres humanos expertos en un oficio, dominadores de la tecnología, pero miopes en sensibilidad social, carentes de respeto por el otro, sin principios y valores que le facilite integrarse a la sociedad para prestar un servicio, capaces de trabajar desde la diferencia por objetivos comunes.

La tarea no es fácil, son muchos los factores a examinar relacionados con la formación “del ser”, para ello sería importante estudiar el concepto de formación integral expuesto por Ficthe Jerome, en los Discursos a la nación alemana “como aquella que contribuye a enriquecer el proceso de socialización del estudiante, que afina su sensibilidad mediante el desarrollo de sus facultades artísticas, contribuye a su desarrollo moral y abre su espíritu al pensamiento crítico”. Esto implica una ardua labor como es la revisión de todos los factores que integran el proceso educativo, en sus diferentes fases, primaria, secundaria, técnica, tecnológica y desde luego universitaria.

FÉLIX RAMÓN TRIANA GAITÁN

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