Eldorado: de la leyenda a la realidad

La autoridad aeronáutica ya ha sido advertida sobre procesos dentro del contrato de concesión que pueden ser potenciales riesgos para el patrimonio público.

La situación actual del aeropuerto Eldorado es preocupante. El martes pasado hicimos en la Plenaria del Senado un debate de control político sobre este tema con la Aeronáutica Civil, el Ministerio de Transporte y la Contraloría General de la República.

Eldorado cobra vigencia por estos días debido a que nos encontramos próximos a recibir la entrega parcial de obras del concesionario Opaín y a resolver la prórroga del contrato sobre el Puente Aéreo ya vencido. Recordemos que la Aeronáutica Civil y el consorcio Opaín suscribieron, en 2006, un contrato de concesión por 20 años sobre el Aeropuerto Internacional Eldorado para su operación, explotación comercial, mantenimiento, modernización y expansión. En este marco contractual, tres temas nos preocupan: el manejo de los recursos públicos dentro de la concesión, las garantías de seguridad aeroportuaria en las instalaciones de Eldorado y la transición prevista para la construcción de la nueva torre de control, dado su impacto directo en la seguridad aérea de los colombianos. En esta oportunidad quiero abordar brevemente nuestras inquietudes sobre el manejo de los recursos públicos, dejando de presente que el objetivo de este ejercicio es apoyar el trabajo de la Aeronáutica Civil, alertándola sobre posibles riesgos para la Nación.


La autoridad aeronáutica ya ha sido advertida sobre procesos dentro del contrato de concesión que pueden ser potenciales riesgos para el patrimonio público. Así, la Contraloría General advirtió algunos puntos relacionados con el contrato de arrendamiento comercial celebrado con el Operador del Terminal de Carga OTCA, por un posible ocultamiento de beneficiarios reales de la Concesión y un potencial detrimento patrimonial resultante de los valores generados por la explotación comercial de ese terminal. Es importante recoger las lecciones aprendidas de ese proceso, sobre todo ahora, que estamos frente al contrato del Puente Aéreo. Sobre este tema y dentro del marco de la concesión, a partir del 20 de enero de 2007 Aerocivil cedió a Opaín S.A. su posición contractual como arrendador en el contrato de arrendamiento suscrito con Avianca sobre el puente aéreo, encontrándose ahora facultado para suscribir las prórrogas o modificaciones al contrato y para llevar a cabo la negociación pertinente.


Es, en este marco, en donde es muy importante fortalecer la función de control y vigilancia de la Aeronáutica Civil sobre los nuevos contratos que se suscriba a partir de octubre, para evitar hechos como los que sucedieron con la intermediación de Otca.


El Aeropuerto Internacional Eldorado es de vital importancia no solo para Bogotá sino, también, para todo el país, concentra el 65 por ciento de las operaciones aéreas nacionales y recibe vuelos de toda América y de los principales puntos de Europa. Adicional a ello, diversas fuentes han establecido que es el aeropuerto de carga más importante de toda Latinoamérica y el segundo en movilización de pasajeros.


Por todo esto, es fundamental  que no solo desde el Congreso de la República sino desde la academia, las entidades públicas encargadas de velar por el manejo responsable de los recursos, desde los controladores, ingenieros y en general todos los usuarios del aeropuerto, ejerzamos una labor importante de vigilancia sobre las obras y los contratos de los próximos 15 años en el marco del contrato de concesión de Eldorado.

Credito
JUAN MANUEL GALÁN P. (*) (*) Senador

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