Corte de franela moral

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

La Corte Constitucional tiene su parecido con la antigua Casa Panda de Ambalema, lugar de negocios sucios, de rumbas desenfrenadas, politiquería y prostitución ventiada. Entre tragos y botada de chiros apareció un cheque por $500 millones que originó una gritería porque le faltaban varios ceros. Las chicas de Lafont se fueron río abajo y solo quedaron Jorge Pretelt, Luis Ernesto Vargas, Gabriel Mendoza, Mauricio González, Francisco Ricaurte, Víctor Pacheco, Francisco Pretelt, Marcela Monroy, Alberto Rojas y Rodrigo Escobar. Hablaban de Fidupetrol y de sobornos cuando apareció el dueño del metedero. Me desocupan el rancho y se van pa la mierda!!! No me van a desprestigiar el negocio. Salían regañados cuando vieron que se aceraba el Diablo Villarraga y pegaron carrera para esconderse en Gramalotal, pasando el río a nado porque los lancheros se negaron a transportarlos por temor a perder sus vehículos de trabajo. Lo que es la vida, ahora que la Casa Panda fue víctima de un cambio de destinación, como si fueran recursos para cultura, se habla de la legalización del ejercicio de la prostitución, algo que está en mora para subsanar una vieja deuda con estas abnegadas mujeres que son excelentes madres, buenas hijas, mejores amigas y tremendamente solidarias. Merecen el apoyo de quienes defienden la vida y la dignidad humana. A ellas, las que trabajaban en la Casa Panda cuando llegó el amigo quien con Cristinita Rojas iniciaron la biblioteca pública, el museo y las tertulias en la biblioteca, a ellas se debe la primera balsada a Santa Lucía. Una tarde el Gordo acomodaba las mesas del negocio cuando llegó el amigo de Cristinita. Gordo, regáleme una cerveza! La pasa y le pregunta, una chica? Mejor dos y tanda de cerveza. Al rato, una de ellas le dirige la palabra. Por qué nos invita a cerveza y ni siquiera nos habla, qué le pasa? Varios días tratando de convencer a dueños de canoas y lanchas para que colaboren en la organización de la balsada y nadie se le mide.

Espere un momento. Llamó a una compañera y se fueron para el puerto. Como a la media hora llegaron con 10 hombres de río y con ellos se armó el primer grupo de balseros. Con ellos, gracias a la colaboración de ellas, las trabajadoras sexuales o putas de la Casa Panda se organizó la primera balsada de Santa Lucía en Ambalema. En Rioblanco se vivió una jornada de rescate de juegos tradicionales, patrocinada por Colcultura, que fue masiva y my alegre. Su éxito fue posible gracias al equipo integrado por dos monjas y dos representantes de la zona de tolerancia. Hasta el tiple y el bambuco fueron favorecidos por estas encantadoras y despreciadas putas. Ellos fueron perseguidos y confinados a la fonda del camino de donde saltaron a las cantinas de los pueblos. Luego fueron bien recibidos en las zonas de tolerancias donde fueron protegidos y mimados por las putas que jamás se prostituirían como magistrados de la Corte Constitucional ni soltarían la lengua para lograr pantalla al estilo del Fiscal y del Procurador. Un despelote total que se aprovecha para meter en la Comisión Asesora de Paz a quien como ministro de guerra de Barco, a la inquietud del Consejero de Paz por el asesinato diario de un miembro de la Unión Patriótica solo respondió. “A ese paso no se van a acabar nunca”. Un despistado se paró en una mesa gritando…que las próximas elecciones no sean solo para rotar ladrones… no olviden las últimas palabras del Precursor Francisco Miranda antes de morir en la cárcel a donde fue enviado por traición de Simón Bolívar: .. “Que gobiernan las putas que ya conocemos sus hijos”.

* La Coral Ciudad Musical le canta a la vida el 9 de abril y desde el 14 de marzo al 14 de octubre de este año, la jornada por el Río Magdalena. A rescatar la Coral Ciudad Musical, patrimonio Cultural del Tolima, y a salvar el río de la Patria de las garras de Cormagdalena y de los chinos.

Comentarios