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La cuarentena es ahora contra el coronavirus por lo que el fármaco a veces resulta insuficiente. Es que todo en los Estados Unidos venía aplazado por culpa de Trump, quien prometió vacunar a 20 millones de personas antes de que terminara su gobierno, pero esto resultó físico, bla, bla, bla. Ahora el gobierno de Biden redobla esfuerzos, gasta presupuestos millonarios y hace campañas masivas de divulgación para que nadie se quede sin su pinchazo anti Covid 19.
Los cien primeros días del gobierno de Biden han contribuido a que predomine un nuevo clima psicológico, social y político. El congreso trabaja a toda marcha de lunes a viernes y el gobierno le delega una extensa agenda de proyectos. Desde el primer día de su mandato el Presidente firma decretos de todo tipo. Esta semana presentó los enunciados de su gran reforma migratoria y mientras este explicaba cada mandatorio, caravanas de inmigrantes penetraban corriendo por la frontera en Texas. Desde la pequeña ciudad de Brownsville las cámaras registraron el momento en que familias con niños en brazos corrían hacia territorio americano, tal como si hubieran ganado la maratón de San Silvestre. La prensa les indagó cómo hicieron para pasar el río Bravo y ellos solo se limitaban a contar el milagro de que la patrulla fronteriza los había dejado pasar. Gritaban y lloraban todavía nerviosos e incrédulos. Los abogados de inmigración tampoco entendieron lo que estaba pasando, que, de un momento a otro los rudos policías que custodiaban el muro donde antes detenían gente y la deportaban de inmediato a sus países de origen, ahora los dejen llegar muy tranquilitamente a los Estados Unidos. Allí, en Brownsville, el gobierno les dio a los marchantes hotel, médico y comida. Eso sí, no pueden entrar a tierra americana sin antes someterse a la prueba de PCR. Este milagro de no deportar más centroamericanos fue el que prometió Biden y lo está cumpliendo al pie de la letra, duela a quien le duela. Revertir las ordenes xenofóbicas de Trump en materia de inmigración fue lo que prometió a su electorado y a ello está dedicado con todo el rigor y la experiencia de curtido político y gobernante.
El gran periodista y cuasi paisano Herbin Hoyos se recupera gracias a Dios en su residencia luego de vivir un inesperado episodio y crisis respiratoria que lo hizo pedir una cama de emergencia en la clínica Shaio de Bogotá. Le tocó pasar un día entero en la antesala de la muerte, esperando que lo entraran a una UCI. Las horas corrían y su salud empeoraba. Por fortuna sus amigos del Centro Democrático y de los medios de comunicación escribieron varios tuit y hasta hubo protestas contra la alcaldesa Claudia López. Por fin le asignaron UCI y hoy se encuentra en franca recuperación, lo cual celebro de verdad.
El nombre de Herbin Hoyos ha vuelto a sonar en estos días gracias a la petición gallarda que hizo el senador Ernesto Macías a su jefe Álvaro Uribe solicitando que lo incluya en la lista de posibles candidatos al Senado de la República para el periodo 2022-2026, al lado del coronel Mendieta, preso y vejado por las Farc en las selvas del Caquetá. El senador Macías sabe que Herbin Hoyos es el senador indicado para enfrentar y sacar a relucir en el Congreso los negros pecados de lesa humanidad ordenados desde la clandestinidad por los hoy honorables senadores de las Farc, puestos allí por obra y gracia del único Santo que llegó a presidente y que con el cuento del Acuerdo de la Habana se ganó un premio Nobel de la Paz.
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