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Los Qataríes conscientes que su riqueza en gas y petróleo es limitada, aprovecharon la justa internacional del balón pié, para mostrar a su país, enseñar a todo el mundo que con recursos bien administrados, se puede sacar avante un proyecto que estaba destinado en la mayoría de ocasiones, a las grandes potencias económicas del orbe y… de paso, le recordaron a occidente que, existe “el Islam”. Que su religión está ahí y, que a pesar de todas las críticas habidas y por haber (sobre todo, por parte de fundamentalistas de otras religiones), existen millones y millones de fieles seguidores “del Profeta” que, aceptan a veces con algunas diferentes interpretaciones, las enseñanzas del ‘El Corán’ , su libro sagrado.
Los Qataríes, con una extensión territorial de poco menos de la mitad del departamento del Tolima, enfocaron su publicidad internacional para indicar principalmente, sobre el modernismo arquitectónico de Doha, su ciudad capital.
Si bien, no aceptaron una que otra actitud de aficionados al fútbol que traspasaron “la línea roja” de sus tradiciones religiosas, fueron varios cientos de miles los amantes del fútbol que, llegados de casi todo el mundo, disfrutaron “a sus anchas” de la hospitalidad del Emirato. Ellos, sin lugar a dudas, serán unos grandes promotores turísticos, al regresar a sus países de origen.
De otra parte, el equipo del Reino Alauita de Marruecos, se convirtió en la gran sorpresa futbolística, llegando a cuartos de final. El conjunto, respaldado por SAR Mohammed VI, gran aficionado al fútbol profesional, acarició la idea de disputar una final, en contra de la Selección Argentina. Los Magrebíes, llevaron a su agrupación a ser partícipes por primera vez, de un certamen en el que nunca había descollado un equipo del continente Africano. A diferencia de Qatar, los marroquíes ya tenían muy publicitado turísticamente su país a nivel mundial, ya que es mucha la gente que ha disfrutado de Marraquech, Casablanca, Tanger, Chefchauen , Agadir y, por supuesto de Rabat su capital.
En general, “Los Árabes” fueron los protagonistas del mundial. No sólo por tener la sede del certamen sino, por mostrar a los pocos enemigos del Islamismo que, en deportes como el fútbol, son muchos, muchísimos, los jugadores por cuyas venas corre sangre de origen mahometana. Para no ir más lejos, la estrella del equipo francés, Kylian Mbappé, su padre es de Camerún y su madre, de nombre Fayza Lamari es argelina musulmana (Africanos). Y… no es, sino revisar la nómina de los apellidos de otros equipos.
De todas formas, mil y mil gracias a Qatar por hacernos distraer un poco, frente a los anunciados “nubarrones” que, se aproximan para la economía mundial y que en nuestro país no se han sabido interpretar. Aquí en Colombia siguen pensando que, el ejercicio político es para perpetuarse en el poder, utilizando todas “las maromas “ que se puedan dar en el Congreso, seduciendo (comprando) “personajes” y aplicando teorías fallidas, obviamente no válidas para tiempos de crisis. Qatar 2022, ya finalizó. ¡Ojo y más ojo!.
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