¿Y ahora, a jugar con candela?

Tal, y como dice el adagio popular: “Tanto vá, el agua al cántaro, hasta que al fín se revienta”.  Mejor dicho y, ubicándolo en términos de Google (el Diccionario Larousse de hoy en día) “Es, una forma metafórica de hacer alusión a los límites de la paciencia y, a la frontera que suele separar de improviso, la rutina del día a día y la súbita ruptura de lo inesperado. El cántaro se quiebra, de la misma manera que la paciencia se agota”.

Primero lo nuestro, lo de Colombia

Siempre se nos enseñó que las cosas debían tener un orden. Que debería existir un mandato de prioridades en el manejo de las situaciones, por más complejas que ellas fueren. Que, sin ánimos egoístas, se atenderían primero, los temas individuales, después, los familiares, seguido por los de la comunidad, la comarca, la región y el país. Todo ello sin afectar la esencia de lo general sobre lo particular. 

El “libre albedrío” electoral

Ya, vencidos los términos para inscribir candidatos con miras a las regionales del 29 de octubre, (con sobresaltos y todo,  de aspirantes de última hora) no deja de tener vigencia el cuestionamiento generalizado sobre el actual sistema político en nuestro país. 

¡De la que nos salvamos!

El tema de la disputa territorial con Nicaragua, ha tenido un sinuoso camino desde 1913. Pero, fue en  los últimos 10 años, cuando se presentaron una cantidad importante de reclamaciones, ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Por fortuna, y, como lo diría el excanciller Julio Londoño Paredes, “Triunfó una política de Estado”.

Un “Súper-Alcalde” para Bogotá

Iniciaban los años 70’s y, muy seguramente el ejemplo suscitado por el cuestionamiento estudiantil en las “Barricadas de París” de Mayo del 68’ , contagiaba la juventud mundial.  Se cuestionaba el “imperialismo” galopante que, a pasos agigantados, se movía alrededor del orbe. Eran jóvenes que habían leído además de los tradicionales clásicos como Marx y Engels, a Sartre, a Camus, a Simone de Beauvoir. 

Un nuevo “régimen” del terror ?

La frase “régimen”, no es nada nueva en Colombia. Y,  en nuestro país, se ha acuñado éste término desde la época de la Nueva Granada (Siglo XIX) con la “reconquista“ española, en la que, se implantó un sistema político que conllevó a la muerte de muchos “criollos”, comenzando por los llamados “Mártires de Cartagena”, en Febrero de 1816.  Pero, lo más interesante de la utilización de ésta palabra, es que, se ha orientado casi siempre a indicar el ”absolutismo”, producto de un “cesarismo” en el manejo del Estado. Ejemplo de ello,  Luis XIV, el “Rey Sol” en Francia.  Tan es así que, en la historia de la nación gala, se tiene muy presente, el “Ancien régimen” o, antiguo régimen que fue el implantado por los “Luises”, previos a la Revolución francesa en 1789. En nuestro país, fue el inmolado Alvaro Gómez Hurtado, quien acuñó la frase “Hay que derrocar el régimen”, para referirse al sistema normativo que imperó en Colombia en recientes años y que, conllevó varios “suicidios” en nuestro país. Siendo más interesante aún, que, ”el régimen” puede ser, de centro izquierda o, de centro derecha, o, mejor aún de “Derecha Pura” o, de “Izquierda Exquisita”, como les ha dado, por definir las extremas políticas en nuestro país. El tema del “régimen”, NO es exclusivo de un sector ideológico. Puede ser instrumentalizado, por cualquiera de los dos lados. Es la forma, en que actúa el aparato del gobierno de turno.

El “juego” de los avales

Cada vez, es más confuso el manejo electoral colombiano. Existen reglas y contra reglas en la normatividad de las elecciones. Disposiciones, van y vienen.

¿Payaso, bufón o sofisma de distracción?

Muchos colombianos,  no sabemos cómo identificar las últimas actuaciones del “Gobierno Central”.  Si, son payasadas, bufonadas o, lo mejor (y, puede ser, la más aceptada) sofismas de distracción. Revisemos, una por una: en la época de la campaña presidencial, el tema de las ridiculeces en las tarimas tenía su trasfondo. 

De una mediocridad “apabullante”

Siempre se nos dijo que, había más de dos opciones para visualizar el Estado moderno. Que, no solamente existía la interpretación de la famosa izquierda , ni la de la célebre derecha, para que, a través de sus teorías políticas fundamentaran la moderna “gobernanza” en un país. 

Reflexiones de Semana Santa: el odio

Fueron muchas las invitaciones que desde diferentes ángulos, se le hicieron a los colombianos para “reflexionar”. La Iglesia Católica a muchos niveles y variados medios de comunicación, exhortaban a los individuos de nuestro país, a “reflexionar”, mejor dicho, a meditar, a pensar, a cavilar, sobre nuestro país, sobre nuestra sociedad, sobre nuestra familia. Lo único que no se les indicó bien, fue el razonamiento que se debía observar sobre el ODIO. Así, con mayúsculas.