Voces juveniles

Hugo Rincón González

Por esa manía de llegar a tiempo, los fui viendo llegar tranquilamente, sin afanes. La cita era un desayuno organizado por Justapaz y Tolipaz, ambas instituciones promotoras del desarrollo y la paz en el país y el departamento. No obstante la inclemencia del tiempo debido a la lluvia y el frío, llegaron preparados para presentar sus agendas a unas instituciones que tienen responsabilidad con los temas juveniles y a un par de líderes políticos a nivel local y nacional que asistieron a esta invitación por su interés en este sector social.
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Para resaltar su frescura, soltura y apropiación en el manejo de los temas que les competen a los jóvenes. Hablan de sus derechos. Manifestaron que hacen parte de un proceso apoyado por Justapaz sobre construcción de paz y diálogos interculturales desde los barrios populares de Ibagué, una iniciativa que surge luego del estallido social del año 2021, en dónde la juventud popular jugó un papel superlativo en el liderazgo de las movilizaciones y la protesta social.

Tienen un diagnóstico preocupante expuesto con desenvoltura por una de las jóvenes asistentes; se refieren al gran desafío que tiene el gobierno entre su propuesta de seguridad humana versus la violencia y las irregularidades de los procesos policiales especialmente contra los muchachos. Recordaron el crimen del joven Santiago Murillo, hecho luctuoso acontecido en el contexto del estallido social en plena calle 60 de Ibagué, un crimen causado por un miembro de la fuerza pública que va camino de la impunidad.

Señalan el fenómeno de la economía ilegal existente en los barrios populares. Esta se traduce en control territorial y lavado de activos, sin embargo, lo inquietante tiene que ver con la utilización de jóvenes y menores de edad para estas actividades. Una ciudad como Ibagué con esos niveles de desempleo juvenil e informalidad genera las condiciones perfectas para que esta problemática se agudice.

Expusieron otras problemáticas relacionadas con el abultado número de suicidios en jóvenes y el liderazgo de la capital musical en el entretenimiento de adultos a través de las modelos webcam, cuestionable merecimiento para una ciudad que no ofrece alternativas a su juventud.

Además del complejo diagnóstico presentado hablaron de sus propuestas, de sus aspiraciones y anhelos. Reclaman la necesidad de la construcción de una mesa de articulación que recoja sus iniciativas y las vuelva realidad. Resienten el abandono como sector social de parte de los gobiernos local y regional. Las agendas construidas por ellos deben volverse realidad a través de la inversión del presupuesto público, con estos gobiernos que se acercan a su fin y también con el cabildeo a realizar con los aspirantes a la alcaldía de Ibagué con el fin de que desde ya escuchen las voces juveniles, sus reclamos y las alternativas de solución construidas en procesos colectivos y participativos.

Al remate del evento se buscaron compromisos con las instituciones presentes y con los políticos asistentes. Ansían soluciones que saben no serán inmediatas ni mágicas. Destacaron el apoyo de las ONG´s asistentes, especialmente de Justapaz y la Iglesia Menonita, pero ante la tozudez de la situación, manifestaron que debían retirarse a buscar algo para la generación de ingresos, “pues no es posible vivir del activismo”.

Así como llegaron fueron saliendo, pero esta vez con la tranquilidad de haber hecho escuchar las voces juveniles de sus reclamos y alternativas de solución. Demostraron que no se quedan en la protesta, sino que trabajan también en la propuesta.

Al verlos salir del recinto quedé con la sensación de que es real la emergencia de nuevas ciudadanías con gran proyección y sobre todo que muchos de sus representantes son jóvenes mujeres. En buena hora emergen con fuerza estas voces.

Coinspirando*.

HUGO RINCÓN GONZÁLEZ

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