La mujer en la educación superior

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Con motivo de la celebración del día mundial de la mujer el 8 de marzo anterior, la Unesco divulgó un informe sobre la situación de la mujer en cuanto a su formación en educación superior de pregrado y posgrado.
PUBLICIDAD

El informe precisa que porcentualmente hay un mayor número de mujeres graduadas en pregrado y en posgrado hasta el nivel de maestría, en un 73 por ciento para el año (2014) en el mundo.

En el nivel de educación superior, un 43 por ciento de los docentes son mujeres, un 54 por ciento en secundaria y media y un 66 por ciento en primaria.

En Colombia, esta distribución porcentual es más o menos similar, tanto, que se puede afirmar que infantes y adolescentes son formados por mujeres, en estas fases del desarrollo fundamental para su comportamiento en el futuro.

Si fuera tal la incidencia de la participación de la mujer en la formación de las personas, que acceden al sistema escolar, surge la siguiente pregunta: ¿Son ventajas femeninas que producen como efecto equidad de género como se pide en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030?

Si la mujer hace presencia significativa en los hogares y también en las instituciones escolares de todos los niveles educativos, por qué hay tanta inequidad de género en el acceso al empleo, en la participación de la mujer en cargos directivos de importancia, en el Congreso y en las demás corporaciones públicas de elección popular. ¿Por qué el alto desempleo en la mujer? ¿Por qué las mujeres tienen, en promedio, salarios más bajos con relación a los hombres?

El nivel educativo alcanzado por las mujeres sigue en crecimiento en el mundo, toda vez que se triplicó la matrícula de mujeres, entre el año 1995 y el 2018, según este informe de la Unesco.

Sin embargo, las instituciones de educación superior, deben buscar la equidad de género, incluso creando una comisión  que garantice y promueva la participación y representación femenina en cargos de primer nivel, donde haya asiento de manera igualitaria en los distintos consejos: Superior, académico, directivo, con la capacidad de tomar decisiones. Igualmente, abrir convocatorias que discriminen positivamente a la mujer con recursos destinados exclusivamente a la publicación, a la investigación, a las pasantías internacionales, entre otras.

Es necesario diagnosticar el respeto a la igualdad de género en la vinculación a cargos de primer orden y utilizar los resultados para implementar planes de mejora que se conviertan en garantes de la equidad. En Colombia, pocas veces se desagregan los datos de cobertura y de evaluación de la calidad, por sexos, situación que también se debe superar.

INDIRA ORFA TATIANA 
ROJAS OVIEDO

Comentarios