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Estuve como visitante la semana anterior en la hermosa isla San Andrés y no encontré desde mi última visita, ninguna transformación a favor de sus habitantes que son nuestros hermanos colombianos. Las quejas fueron recurrentes por el temor que se tiene dado el mínimo avance de las promesas de reconstrucción en Providencia y Santa Catalina.
Michel Robinson, líder habitante de la isla, expresó que: “En estos momentos Providencia solo tiene dos casas construidas, no se ha cumplido con la promesa del gobierno nacional. Hay desorganización, desinformación de la persona encargada, es un proceso indolente que padece las brisas y las lluvias que no se detienen. Es muy lento, no hay prioridad, hoy se está reparando viviendas de quienes no vivían acá pero no hay priorización, existen barrios donde hay cinco casas priorizadas, pero no pertenecen a personas vulnerables o de la tercera edad.
Sí Providencia va mal, Santa Catalina va peor, se ha dejado abandonada por el traslado de los materiales, siendo un sitio tan afectado a nivel humano y de viviendas, no va en un más de cinco por ciento de avance.
La comunidad expresa que las reparaciones son paquidérmicas y no acorde a lo concertado con la comunidad, una cosa se pacta y otra cosa hacen los contratistas. Por ejemplo: En la casa reparada debe haber una zona segura, que es un baño y una habitación, en este momento no se están haciendo, tampoco hay albergues , no hay centros de refugio, si hoy ocurre un fenómeno natural como el pasado, ya nos borra del todo porque no hay zonas seguras construidas en Providencia”…
Este es un grito de angustia por las condiciones infrahumanas que debe llegar a oídos del presidente Duque, para que se obre con mayor agilidad, son las vidas de nuestros compatriotas en riesgo.
Según el Decreto 0004 del 8 de enero del año 2021, el ingreso al archipiélago exige una contribución cuyo valor se reajusta permanentemente, es la tarjeta de turismo y la contribución para el uso de la infraestructura pública y turística, para la vigencia 2021 tiene un valor de 118.700 pesos, de los cuales 89.950 corresponde al valor de la tarjeta de turismo y 28.750 la contribución para la infraestructura pública turística del archipiélago.
Cada día, la isla San Andrés recibe 25 vuelos, cada uno con 180 pasajeros, que equivalen a 534 millones 150.000 pesos diarios; 15 mil 984 millones de pesos al mes, dinero que hoy se cobra directamente desde el Aeropuerto El Dorado, para hacer más ágil su recaudo como apoyo al Departamento. Solamente el 25 por ciento va a la infraestructura turística tal como lo determina el Decreto del orden Departamental. Sin embargo, no se refleja la inversión, no salta a la vista, no la sienten sus habitantes.
En comunicación con la oficina de Rentas del Departamento San Andrés, se explica que como puerto libre, se tenían unos ingresos razonables, pero desde la apertura económica el ingreso disminuyó ostensiblemente, por lo cual se creó la tarjeta de turista con la constitución del 91.
La tarjeta de turismo era un ingreso de libre destinación para pago de nómina, carreteras, apoyo a la tercera edad, habitantes de calle. Posteriormente se le dio a la Asamblea el establecimiento de la tarifa de acuerdo al IPC y desde el año 2016, se modifica solamente la tarjeta de turista en su precio, triplicándose.
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