Gracias, Luis Javier Mosquera

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

En los Juegos Olímpicos Tokio 2021, el pesista colombiano del municipio Yumbo, le ha hecho honor al himno del Valle del Cauca en su tercera estrofa: “Por el bien de mi Valle, adelante. Por la Paz, por la Fe y la Virtud, firme el paso al compás redoblante, adelante feliz Juventud”.
PUBLICIDAD

Luis Javier Mosquera ha dado alegrías a nuestro país y orgullo al hermoso Departamento del Valle del Cauca, que lo vio nacer. Se convierte en ejemplo de disciplina, decisión y compromiso, que reconocemos ampliamente porque como él mismo lo ha dicho: “Estuvimos a un kilo de la medalla de oro” obtenida por el chino Lijun Chen.

Mosquera, encierra toda una historia de vida y se convierte en ejemplo de superación a sus 26 años. Otorga la primera medalla de plata para Colombia levantando 331 kilogramos en la categoría de los 67.  Fue campeón mundial juvenil y estuvo en el plan de Coldeportes. Ya suma su segunda medalla, la primera fue la de bronce, en Río de Janeiro. A pesar de la adversidad, ha luchado y es evidente la recompensa. Sin duda, el fruto del esfuerzo, jamás será el fracaso. 

Con necesidades económicas, sin la presencia de su madre en el hogar, estudió y terminó su bachillerato. Hijo de padres separados, hoy huérfano de padre,  quien gracias a la empresa Carvajal donde trabajó como operario, pudo sostener su hogar.

 Y, es que el Valle del Cauca se ha destacado históricamente en el deporte porque se incentiva, se motiva, se permite el acceso con las condiciones de disponibilidad a niños y adolescentes en diferentes disciplinas para que se preparen pensando en ser campeones.  

Cali, la capital del Valle del Cauca, como “Capital deportiva de Colombia”, cuenta  con complejos deportivos, entre ellos la Unidad Panamericana, el Coliseo del Pueblo, entre otros; el ambiente es propicio para ello. 

Por su parte, el Tolima está en deuda histórica con el deporte, a pesar de que se cuenta con condiciones naturales que invitan al ejercicio, hace falta motivar y crear canchas, escenarios en general que conlleven a la práctica deportiva pensando en el alto rendimiento, en ser los mejores y alcanzar el podio.   

En la Universidad del Tolima se reconoce la gratuidad educativa, pero sigue reclamando el cumplimiento de la promesa hecha en el cuatrienio anterior, de una piscina olímpica, que sí es posible y es una necesidad, basta con tomar la decisión gobernador Orozco y, cumplir con este derecho a la disponibilidad para nuestros estudiantes que se encuentran en una Universidad acreditada de alta calidad. Usted ha tenido voluntad, esto sería pintar la raya en la vida de la institución. Estamos a tiempo.

INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

Comentarios