La competitividad y el crecimiento económico del Tolima

Jaime Eduardo Reyes

Durante el inicio del actual periodo de gobierno departamental llamó la atención el bajo desempeño de los pilares de mercado laboral y de sostenibilidad ambiental, que han mejorado en estos tres años, pero siguen siendo los más bajos del Tolima.
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El pilar de entorno para los negocios es el que más ha perdido competitividad, durante este periodo ha perdido ocho puestos en el escalafón diseñado por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, las mejoras del 2021 al 2022 en los pilares de instituciones y salud se perdieron para el 2023.

Para aprovechar al máximo el potencial del Índice Departamental de Competitividad, es crucial analizarlo en conjunto con la historia y la gestión evolutiva del departamento, para esto se puede correlacionar con el índice de crecimiento ponderado. El análisis conjunto del IDC y la gestión evolutiva también facilita la formulación de políticas y estrategias que aborden las desigualdades regionales.

El Tolima debe enfocarse en mantener y consolidar los logros en el factor de capital humano, así como en identificar y replicar las mejores prácticas que han contribuido al éxito en educación básica y media, educación superior, y salud. De igual forma debe hacerse en los pilares de adopción TIC, sistema financiero, e innovación.

Se debe investigar las causas subyacentes del declive y tomar medidas correctivas para revertir la tendencia y garantizar la sostenibilidad de la competitividad en el pilar de infraestructura ya que tiene un alto puntaje en el índice de competitividad, pero un índice de crecimiento negativo.

El departamento debe priorizar urgentemente las áreas de sostenibilidad ambiental y de mercado laboral, identificando las causas fundamentales de la falta de competitividad y el declive, y diseñar e implementar estrategias efectivas para mejorar la situación.

El alto desempeño en el pilar de sistema financiero, podría ser resultado de una mayor cobertura de establecimientos financieros, así como de una buena cantidad de entidades financieras; también cabe tener en cuenta que el departamento tiene políticas y programas efectivos para fomentar la inclusión financiera, lo que les permite tener una población más bancarizada y con mejor acceso a los servicios financieros.

En el caso del pilar de sofisticación y diversificación, es posible que el Tolima no cuente con una canasta de productos diversos para exportación, lo que afecta su economía local.

Finalmente, en cuanto al pilar de tamaño del mercado, el Tolima tiene un mercado exterior limitado en comparación con otras zonas de Colombia, lo que afecta su desarrollo económico.

A pesar de tener un sistema financiero sólido, la región enfrenta desafíos en sofisticación, diversificación y tamaño del mercado, lo que afecta su economía local y desarrollo económico.

Mejorar la competitividad del Tolima permitirá que haya más crecimiento económico, más empleo y menos pobreza. Así las cosas, todas las organizaciones públicas y privadas relacionadas con la competitividad regional deberían apropiarse de sus correspondientes tareas, al fin y al cabo, es un tema de todos.

JAIME EDUARDO REYES

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