El camino del centro

José Filadelfo Monroy Carrillo

Muchos colombianos se muestran cansados, agobiados por la polarización entre Derecha e Izquierda; entre Uribe y Petro, con la procesión de seguidores y fanáticos que no razonan y aplauden todo lo malo como si fuera bueno y todo lo bueno como si fuera excepcional.
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Los máximos Jefes y sus lugartenientes azuzan a sus huestes con opiniones y comentarios tendenciosos y sesgados  que calientan la tribuna y hacen sentir a cada quien, portadores de la verdad absoluta y dueños del destino colectivo. La violencia verbal que utilizan los caudillos enardece los ánimos de sus conmilitones que fácilmente caen en el ataque al contradictor, en la ofensa al opositor y en la amenaza de muerte al que consideran está  en la otra orilla de su pensamiento.

Lamentablemente los medios masivos de comunicación, especialmente la radio y la televisión sirven de caja de resonancia y de amplificadores de ese peligroso e irresponsable fuego verbal que se origina muchas veces por motivos triviales y baladíes: Una palabra mal dicha, un salida en falso, una contradicción con lo dicho en el pasado, una opinión divergente son suficientes para prender la hoguera. Las redes sociales contribuyen también con el combustible que riegan los ignorantes desadaptados y resentidos que desfogan a través de tales medios su odio y el deseo de destruir al otro, al malo, al diferente.

Entre tanto, los graves problemas Nacionales, muchos de ellos estructurales, siguen ahí latentes, avanzando, lacerando al pueblo, incrementando los niveles de miseria, y ahondando la desigualdad social. El narcotráfico, la corrupción, la minería ilegal, las bandas criminales, la ausencia de oportunidades, el desempleo y la concentración de la riqueza;  no son  los únicos, pero sí los más grandes enemigos de esta  Patria que es de todos.

El inmolado líder Conservador Alvaro Gómez, habló del Régimen imperante en nuestro país y en sus últimos años fue el más acervo crítico del establecimiento, es el mismo régimen  que existe actualmente; solo que más inicuo, más desigual y más corrupto. Esto le costó la vida.

Un régimen presidencialista, multipartidista y omnipotente que es incapaz de hacer las reformas que se necesitan con urgencia, no para lograr el desarrollo y acabar con la desigualdad; simplemente para sostener el Sistema que idealmente llamamos por respeto a nuestra Constitución, Social y Democrático de Derecho;  la Reforma Política, la Reforma a la Justicia, La Reforma Agraria, la Reforma Financiera; son imperiosas e inaplazables para la supervivencia de la Sociedad en su conjunto. A veces parece que la Historia de los pueblos se repitiera, Rafael Núñez en el año de 1885 frente a la grave crisis que vivía el país lanzó su famosa frase: “Regeneración o Catástrofe “.

Queremos creer que todavía hay salvación, algunos vuelven a enarbolar la bandera de La Tercera Vía, que desde siempre ha propuesto combinar lo mejor de la izquierda y de la derecha  buscando el centro político; una especie de síntesis entre el capitalismo y el socialismo.

 Muchos economistas, políticos y pensadores en el mundo han propugnado por esta salida pacífica a los conflictos  sociales, incluso el Papa Pío XII en una de sus encíclicas abogó por esta alternativa. La Tercera Vía se desgastó con el paso del tiempo y nunca triunfó.

Es el momento de la revisión profunda, es la hora de la restauración y de la responsabilidad de gobernantes y gobernados; para buscar y encontrar una salida democrática, pacífica y realista a la tremenda encrucijada en que nos encontramos. Sin fanatismos, sin mesianismo, sin odios y sin amenazas; retomando los principios de Libertad, Orden, Solidaridad, Autoridad y Respeto por los  Derechos Humanos.

 

JOSÉ FILADELFO MONROY CARRILLO

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