Paz - Pax

José Filadelfo Monroy Carrillo

En la lengua española, después de Ser, solo existe otra palabra de tres letras que signifique tanto, que tenga tanto contenido y que sea condición indispensable para el desarrollo integral del hombre y de la sociedad, esa es Paz.
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Desde la antigüedad, los seres humanos han ejercido violencia contra sus semejantes; han provocado y protagonizado guerras causando destrucción y muerte a su propia especie, para luego, saciados de sangre y agobiados por la barbarie, buscar acuerdos y treguas que pusieran fin a los conflictos. Como individuo, en algún momento, la persona siente la necesidad de lograr sosiego interior, tranquilidad de conciencia y paz espiritual para poder evolucionar y relacionarse armónicamente con su familia y con su entorno.

En la Biblia encontramos varias referencias a la Paz del espíritu. Señalan las Bienaventuranzas en Mateo 5,9: “Bienaventurados los pacíficos, porque ellos son llamados hijos de Dios”. El Evangelio de Lucas relata que el día en que nació Jesús, un coro celestial cantó: “Gloria a DIOS en lo más alto de los cielos, y Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. En Juan 20, 19; el apóstol cuenta que cuando Jesucristo después de resucitado se reencontró con sus discípulos los saludó con esta frase: “La Paz sea con vosotros“. Para citar solo algunos episodios que han trascendido hasta la actualidad.

La milenaria historia de la humanidad registra cientos de mártires que sacrificaron su vida por la Paz, el primero y más grande Jesucristo, Divino maestro del Amor, La Paz y El Perdón. Invocamos también a Mohandas K. Gandhi, llamado Mahatma (Alma Grande) líder espiritual de la India, que ideó y practicó la Ahinsa (No violencia) y fue el precursor de la resistencia pacífica con la que logró la independencia de su pueblo. Martin Luther King (premio Nobel de Paz en 1964) ejerció la resistencia pacífica en la lucha contra la discriminación racial de los negros en los EE,UU. Otro adalid de la Paz es Nelson Mandela (Premio Nobel) quien siguió las enseñanzas de Gandhi y luchó pacíficamente contra la segregación de los negros en Sudáfrica (Apartheid) y soportó 27 años de injusta prisión.

En Colombia suman millares las víctimas de las diferentes violencias (política, guerrillera, paramilitar, y del narcotráfico) que ha padecido la Nación en sus 200 años de vida republicana. Genocidios, secuestros, violencia sexual, desplazamiento forzado, reclutamiento de menores y otros crímenes que destruyeron y desarraigaron familias, que segaron vidas inocentes y dañaron el alma nacional.

Para algunos, la tragedia padecida y la sangre derramada no son suficientes, y quieren que siga el conflicto, que continúe la guerra fratricida que aumenta la desigualdad social, incentiva el odio y acrecienta la miseria de los más débiles. Los ciudadanos que anhelamos la Paz, tenemos la obligación de identificar y desenmascarar a estos jinetes del apocalipsis.

JOSÉ FILADELFO MONROY

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