Nuevo SOS por el inminente peligro por conductores irresponsables en Ibagué

Juan Manuel Díaz

Datos de la Agencia de Seguridad Vial revelan que en 2020 se registraron 6.476 muertes por accidentes viales en Colombia. El número pareciera exagerado a simple vista, sobre todo porque una buena cantidad del año, los colombianos estuvimos encerrados por motivo de la pandemia, pero es la triste realidad de las carreteras del país, principalmente por conductores ebrios.
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Desafortunadamente nuestra ciudad no es ajena a ese flagelo, que, en los últimos días, ha ocupado portadas y titulares de los medios de comunicación. Aquí se volvió costumbre que sucedan al menos dos accidentes por noche, y lo que es peor, los conductores borrachos logran evadir las autoridades y los pocos controles que se ubican en algunos sitios estratégicos de la ciudad.

Al caso del vigilante muerto de hace unas semanas en Mirolindo por cuenta de un borracho irresponsable, y del que parece no se ha hecho justicia, se suma el de un Policía frente al colegio Sagrada Familia, quien luego de estrellar un taxi, huyó del lugar. También el del ciclista Óscar Iván Galvis quien fue atropellado por un borracho el domingo pasado en la variante, y se salvó de milagro de las garras de la muerte.

Como estos, hay decenas de casos, a diario, y también hay que decir, que, aunque la ingesta de alcohol es el principal ingrediente de esas tragedias, también lo es la irresponsabilidad, la frescura de quienes manejan y hablan o chatean al mismo tiempo, de los que hacen giros prohibidos, y adelantan o avanzan a alta velocidad en las reducidas y agrietadas calles de Ibagué.

No podemos seguir enterrando gente por cuenta de accidentes de tránsito. No puede ser posible que, pese a que hemos visto este problema, nos hagamos los de la vista gorda, y no se le haya puesto freno. ¿Qué está pasando con los agentes de tránsito, especialmente en las noches? ¿No detectan a los borrachos? ¿Por qué no hay ninguna campaña efectiva de seguridad vial en la ciudad?

PD: si el alcalde Hurtado tiene que disfrazarse de estrella negra como aquella recordada y exitosa campaña de los años 90, que lo haga, pero no podemos dejar que se nos descontrole (aún más) la movilidad de Ibagué. 

 

JUAN MANUEL DIAZ

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