El proceso de paz necesita blindarse

Confirmados por el presidente Santos los acercamientos que ha hecho con las guerrillas, conocida la agenda de los diálogos que vendrán y establecida la forma en que se realizarán, a los colombianos nos corresponde rodear y defender el proceso para que lo que de él salga, incluida la salida política del conflicto, sea de la mayor conveniencia para los intereses de las inmensas mayorías.

¿Diálogos en ciernes?

Si fuera cierto que el Gobierno nacional y las guerrillas de las FARC se encuentran en tanteos serios y sinceros para comenzar la búsqueda de una solución política al ya casi cincuentenario conflicto social y armado que ha azotado al país, la sociedad en pleno debería mostrar su regocijo y apoyar tan noble propósito.

Ante la crisis del Polo

Con la decisión de excluir a los comunistas del Polo Democrático Alternativo, 16 miembros Comité Ejecutivo Nacional han hecho evidente su intención de atravesársele al propósito del Partido de abanderar la unidad de la izquierda y de orientar a los necesitados hacia el establecimiento de un nuevo poder.

Cabildo en Chaparral

Tal vez la mayor perversidad que le ha tocado sufrir al pueblo colombiano ha sido la de tener que convivir con unas castas oligárquicas que han prescindido de todo escrúpulo en su propósito de hacerse al mayor cúmulo de riquezas.

¡Pobre Piedad!

Sí, ¡pobre negra! Nada de lo que diga será del gusto de los dueños del poder.

Los usuarios se organizan

De allí que, a la larga, los usuarios terminaremos dándonos cuenta de que debemos ir más allá de la defensa de nuestros intereses y buscar incluso la derogatoria de algunas de tales normas, pues, en la práctica, solo han servido para apuntalar un régimen de iniciativa privada que ha resultado hostil a los propósitos de servicio.

El pueblo la tumbó

Solo se requirió una semana para que las gabelas y la impunidad que campeaban en la reforma a la justicia, y que beneficiaban a los representantes de la casta oligárquica en el Congreso, las Cortes, el generalato y el alto Gobierno,

¡Qué vergüenza de reforma!

Fue tanta la desfachatez con que actuó la aplanadora santista en el Congreso, y tan aberrantes los cambios que terminaron por introducirle los conciliadores de Senado y Cámara a la que era una insulsa reforma a la justicia,

La respuesta

Como los trabajadores siempre hemos sido los trompos de poner, ahora debemos prepararnos para recibir una nueva agresión o disponernos a enfrentarla.

Marco constitucional para el conflicto

Del marco constitucional para la paz que actualmente discute el Congreso no pueden esperarse ofertas seductoras que les hagan sentir a las fuerzas insurgentes que valió la pena estar 50 años en el monte, sufriendo privaciones, arriesgando la vida y orientando luchas, y que llegó la hora de la reinserción.