No es momento de recortar el presupuesto para el campo colombiano

Miguel Ángel Barreto

El Ministerio de Agricultura tendrá un recorte en el Presupuesto General de la Nación (PGN) que resulta inapropiado en las actuales circunstancias que vive el país derivadas de la crisis sanitaria y que en términos nominales será de 18 mil millones de pesos.
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El país viene dando pasos firmes en el proceso de reactivación económica y para este año es muy probable que el crecimiento sea del 7 % o más, soportado en sectores como la construcción, el comercio, los servicios, el transporte y la industria, que fueron los más golpeados por el efecto de la epidemia del Coronavirus.

No obstante, hoy el sector agrícola tiene varios desafíos por delante tales como el aumento del precio internacional del petróleo que impacta en los valores de referencia de los insumos de la canasta agropecuaria, lo que va de la mano de la permanente devaluación del peso frente al dólar.

Precisamente, en la Comisión Quinta del Senado se debatió esta semana el presupuesto de cara a los retos que tendrá todo el universo agropecuario de la Nación en 2022.

El ministro Rodolfo Enrique Zea Navarro merece todo el reconocimiento por su valioso trabajo al frente de este sector que sostuvo la economía del país durante el año y medio que completamos de pandemia.

Los productores y campesinos colombianos, han dado una muestra de resiliencia extraordinaria a pesar de todos los inconvenientes como la crisis de la demanda en el 2020, el paro y los bloqueos de este año.

Mientras que en el tercer trimestre del año pasado la economía colombiana caía a una tasa del 9 %, el agro mostró un repunte de 1,5 %, convirtiéndose en el único dentro de toda la economía con resultados positivos.

En tal sentido, considero necesario revisar el presupuesto de inversión del sector y solicitarle al Ministerio de Hacienda y al Departamento Nacional de Planeación que haya un aumento de por lo menos 200 mil millones en este rubro.

En las actuales circunstancias, recortar recursos a nuestros productores sería castigarlos cuando lo que merecen es un mayor impulso para mejorar su productividad y competitividad.

Además, se estima que habrá un incremento en los valores de los insumos, agroquímicos y fertilizantes de hasta un 50 %, muchos de los cuales son esenciales para cultivos como café y frutales.

También, subirán los fungicidas, ciertos productos veterinarios y alimentos para animales de engorde. Por ejemplo, ya existe una mayor demanda de China por el maíz, lo que elevó por encima de los 5 dólares el bushel, siendo la referencia más alta de los últimos 8 años.

El petróleo también muestra una mayor reactivación y sus derivados son fundamentales en la producción de fertilizantes como la urea (clave para el cultivo de arroz) y los fosfatos de amonio.

Por las razones expuestas, es necesario un reajuste del presupuesto para el fortalecimiento del programa de apoyo a pequeños y medianos productores del Ministerio de Agricultura para la adquisición de insumos y se incluya dentro del rubro de inversiones los subsidios en diferentes actividades agropecuarias para compensar el alza desmedida que tienen que enfrentar nuestros campesinos y productores.

Es urgente, igualmente, estructurar una mesa conjunta entre el Ministerio de Agricultura, Invías y autoridades territoriales para concertar proyectos de mejoramiento y mantenimiento de las vías terciarias, especialmente en los municipios cafeteros del Tolima.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO CASTILLO

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