Alerta: ¡El contexto global amenaza a nuestros campesinos y empresarios!

Miguel Ángel Barreto

A veces el departamento se queda “embarcado” en discusiones de pasillo e intrigas locales al punto de que podemos perder de vista que el bienestar de nuestro Tolima también depende del contexto global. Y hoy dicho contexto está plagado de alarmas que, aunque parezcan lejanas, al ser ignoradas, pueden golpear duramente la realidad de la gente en nuestra región al aumentar costos en todas las actividades productivas.
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El encarecimiento de las materias primas sigue golpeando al sistema agropecuario global y ahora lo hace también con la industria de los textiles y confecciones de países como Colombia. 

Al aumento del precio del petróleo, por el que no solo subieron los insumos agropecuarios derivados del crudo sino también los costos de transporte, ahora se suma una crisis marítima que afecta al mundo.

El panorama no es alentador. Con la pandemia se paralizó la fabricación de contenedores y buques, y ahora que la demanda mundial se reactivó, la logística de transporte no viene respondiendo a las nuevas expectativas.

Para agravar las cosas, lastimosamente el comercio marítimo de carga prioriza los requerimientos de los países del llamado primer mundo: solo hasta 2023 se podrá equilibrar el comercio mundial, el cual depende, en gran medida, de barcos gigantes cargados de toda clase de productos que cruzan permanentemente todos los océanos.

Si a lo anterior se suma la alta demanda de commodities agrícolas por parte del mercado asiático, el cual también tiene problemas para abastecer su enorme industria manufacturera, como resultado tenemos un escenario muy preocupante respecto al incremento del precio y la dificultad de acceso a los insumos importados, los cuales son necesarios para la producción en el país. 

Tampoco salen bien libradas nuestras exportaciones, pues si no llegan suficientes buques de carga a nuestros puertos, no hay cómo sacar a tiempo y a costos justos lo que producimos.

De hecho, existen denuncias de que algunas navieras, dependiendo de las rutas, se aprovechan de la situación, duplicando el valor de los fletes, sin que existan controles internacionales para detener los abusos.

En conjunto la economía puede experimentar tendencias alcistas graves en este momento, porque la afectación es inminente en un amplio número de productos básicos. Cebada, maíz y trigo, son tres productos cotidianos que pueden subir. Al tiempo, alimentos pecuarios, medicamentos veterinarios y agroinsumos, son otros elementos claves para el país que pueden volverse muy costosos. Y ni hablar de los repuestos para automotores; los computadores y la tecnología; el hierro y el acero, claves para la construcción… La lista se hace infinita. 

De hecho, esta semana fueron los confeccionistas los que pusieron el dedo en la llaga y alertaron que la 'pinta' navideña podría subir un 35% respecto a su valor actual por causa de los factores ya explicados.

Se hace urgente entonces tomar medidas para paliar esta crisis internacional. Creemos, desde el partido Conservador, y así lo hemos manifestado ante el Gobierno nacional, que es justo revisar inmediatamente la disminución del arancel de los hilos, en el que 65 de sus subpartidas tienen un impuesto de importación del 10%, igual al de la tela.

Debe entonces evaluarse toda la política arancelaria para proteger a la industria nacional y a los 1,6 millones de colombianos que directa o indirectamente dependen de la fabricación de prendas de vestir. De lo contrario los compradores experimentarían una preocupante escalada de precios, en tanto que la actividad podría desacelerar la recuperación de empleos, siendo las principales perjudicadas las mujeres cabeza de hogar que integran gran parte de las plazas laborales en estas manufacturas.

También es importante, yendo más allá, que el Ministerio de Agricultura establezca condiciones para aumentar las hectáreas de algodón en Colombia, con los debidos mecanismos de protección y seguros de cosecha, con lo que se fortalecería un eslabón de esta cadena y se podría enfrentar el déficit de las materias primas.

Frente a la escalada alcista que podría sufrir Colombia en lo que resta de este año y en 2022 es prioritario avanzar en propuestas concretas para evitar que el crecimiento de la economía se vea afectado por restricciones originadas en este choque externo.

Seguiremos insistiendo en la protección de nuestra fuerza laboral y del aparato productivo en general para que existan unas condiciones justas de mercado que no afecten los bolsillos de los consumidores colombianos.

 

MIGUEL ÁNGEL BARRETO CASTILLO

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