Ser eje del Eje

Nelson Germán Sánchez

#SomosEje, decía un eslogan por ahí en redes sociales en días pasados. Bonito. Pero creo que es hora de sentirnos y actuar para realmente serlo y aprovechar el serlo, en especial en un renglón económico en que seguimos estando quedados como el turismo y que se moverá al alza enormemente dentro de seis meses.
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Es hora de una alianza única de marketing territorial para promocionar este nuevo Eje, es decir, uno que incluya los atractivos ya reconocidos, los recordados, que tienen y han trabajado juiciosamente en Caldas, Risaralda y Quindío, incluido su paisaje cultural cafetero que es patrimonio mundial, al igual que los complementarios como Ciudad Perdida de Falan, Las ruinas de Armero, Honda y su patrimonio arquitectónico o la Represa de Hidroprado; o el hecho de que por aquí sí se pueda ingresar a nevados y cumbres como los de Santa Isabel o el Tolima, ya que el acceso al Nevado del Ruiz se encuentra restringido aún por Manizales, por citar algunos.

Además, no se puede perder de vista el hecho de que 6 aeropuertos están ubicados en un radio de tan solo 150 kilómetros, algunos de ellos internacionales; al igual que en uno o dos días se puedan recorrer distintos climas y paisajes para hacer variadas actividades.

Por lo cual, y en el caso nuestro, es más que urgente que esta etapa de pandemia que seguramente irá hasta comienzos del 2022, sea al máximo aprovechada de manera estratégica por las secretarías e instituciones de nuestro departamento para aprender de lo hecho por los originarios miembros del Eje Cafetero en cuanto consolidarse como destino predilecto en época vacacional. Hay que dejar rápidamente cualquier actitud vergonzante o la opuesta , -la arrogante de creernos sabios- y más bien aprender de ellos, generar una permanente comisión de formación no solamente gubernamental formal si no abierta, donde confluyan empresarios, gremios, emprendedores y universidades para adquirir rápido conocimiento de esas exitosas experiencias.

También, es buen momento para mejorar todo el proceso de bilingüismo en la cadena de atención y servicio del sector turístico, los demás miembros del Eje en algo se han adelantado. Igualmente, urge visibilizar más este nuevo Eje como uno más robusto, con mayores opciones y oportunidades; incluso preparar ferias promocionales en los propios territorios para el mercado interno de cada departamento, al igual que una o varias en Bogotá y otras grandes capitales del país donde se “presente en sociedad” esta nueva conformación del Eje Cafetero y sus posibilidades.

Es hora de complementar la ortodoxia gubernativa de ir detrás de cumplir índices, indicadores y metas, con la necesaria de aplicar decisiones, acciones y resultados de corto y mediano plazo debido a la apremiante recuperación económica que necesitamos, los empleos a crear e ingresos por mejorar, sobre todo para los dos últimos años de gobierno, para ser en verdad un nuevo eje en el Eje. En fin, en eso el antiguo Eje Cafetero nos ha dado buenas lecciones en áreas como turismo y exportaciones, incluso en gestión urbana y desarrollo. Pereira es muestra de ello, Armenia y Manizales en los últimos años han dado pasos certeros para elevar la calidad de vida de sus habitantes. Y bueno, Ibagué en la actualidad y por lo que padecemos, sí que debería aprovechar esa buena experiencia de los otros miembros del nuevo Eje Cafetero ahora que se es parte, ello es urgente.

No hay que tomar a la ligera ni como una foto más, que el Consejo Directivo de la RAP Eje Cafetero, al que hoy pertenece el Tolima por acertada decisión del gobernador Ricardo Orozco, se haya reunido en Ibagué la semana pasada con la presencia de los gobernadores del Quindío, Roberto Jaramillo; de Risaralda, Víctor Tamayo y los delegados del gobernador de Caldas, si no más bien asumirlo como un hecho importante para el futuro del Tolima, en especial por los proyectos mancomunados alrededor del Café que parece es la primera línea de trabajo de esta alianza o en la cooperación mutua como disponer de camas UCI, si no más aún para impulsar sectores en los cuales ellos tienen conocimiento, experiencia y fortaleza, y del cual el Tolima puede beneficiarse enormemente y aportar rápidamente como es el del turismo. En ello sí que aprenderíamos del viejo Eje y aportaríamos en este nuevo Eje.

NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ –GERSAN-

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