Nos falta en educación superior gratuita

Óscar Barreto Quiroga

En agosto del 2020 en este mismo espacio, escribí una columna denominada “La verdadera revolución es la educación”, allí me refería y sigo sosteniendo esa tesis, que la educación es la forma para que personas y estados garanticen su progreso y bienestar, la educación hoy más que nunca, debe ser la base de la resolución de nuestros gravísimos problemas económicos y sociales. Una educación básica primaria y secundaria, que se sustente además de su formación académica, en formación en valores y en ciudadanía, para tener seres humanos integrales, que aporten realmente a la construcción de un nuevo país, alejado de la politiquería, la corrupción y la mediocridad.
PUBLICIDAD

En educación superior es importante el avance hacia la gratuidad, buen ejemplo que dio el gobernador del Tolima al país, asegurándola hasta el año 2023 y con la férrea posición de establecerla como política pública, que prevalezca en el tiempo y el espacio, es decir que nadie cambie ese gran logro de la voluntad de un gobernante, puesta por encima del interés particulares.

Sin embargo, la gratuidad no es suficiente, debe transitar por varias mejoras, pues aún guarda gran distancia en beneficiar a muchos que de verdad lo necesitan, como por ejemplo aquellos que, a razón de obtener bajos puntajes del ICFES, ven cercenada su posibilidad de ingreso a los limitados cupos de la educación pública, es allí donde se hace imperioso revisar el modelo de selección de estudiantes para los cupos de la educación pública superior, pues solo en ese contexto, podrían acceder los privilegiados de los buenos colegios y aquellos que, pueden invertir en la preparación para estas pruebas de estado, es decir muchos estudiantes de colegios de las concentraciones urbanas, pocos de la ruralidad colombiana, lo que conlleva a una mayor inequidad.

Es urgente además avanzar en la gratuidad de la educación superior en las universidades privadas, hacer un gran acuerdo, para ampliar la cobertura y aumentar la generación de oportunidades para los que no puedan acceder a los cupos de la educación pública superior, tramitar una gran reforma que permita también a empresarios cambiar impuestos por cupos de gratuidad para estudiantes de estratos uno, dos y tres, como se hace actualmente en el programa de obras por impuestos. Así como también es urgente fortalecer la educación superior virtual como el gran modelo de educación disruptiva descentralizada y masificada, un modelo integral, que no solo se ocupe del valor del conocimiento, sino de su pertinencia y de los elementos tecnológicos necesarios para llevarla a feliz término.

ÓSCAR BARRETO QUIROGA

Comentarios