El arte de servir

La política por definición de vocación es el arte de servir. En nuestra sociedad actual vemos y vivimos muchos políticos a los que les encantan los privilegios de la política, pero no la política, es decir les gusta servirse, pero no servirles a los ciudadanos. 

Se equivoca quien utiliza la política meramente para satisfacción personal, para beneficio particular o solo para la satisfacción de sus intereses, quienes han ejercido el poder y no han servido, con el tiempo son víctimas de sus propios intereses y de la insatisfacción de los ciudadanos, circunstancia que se refleja en las urnas y les deja un saldo en ROJO en sus intereses políticos electorales, como también dejan una deuda social que retrasa el desarrollo de una región, como es el caso del Tolima. 

Ver hoy la situación de la Universidad del Tolima, en otrora llena de nepotismo, burocracia inservible, radicalismo ideológico es satisfactorio, lo propio haber recuperado el Hospital Federico Lleras Acosta y que hoy se erija como uno de los mejores del centro hospitalarios del centro del país nos llena de esperanza, lo mismo que esa gran apuesta de productividad, asociatividad, calidad y comercialización de los mejores cafés especiales que se producen en el Sur del Tolima, frutos de una gran vocación y un enorme apoyo de nuestros gobiernos, todo eso nos sigue señalando el camino, que debemos seguir recorriendo para continuar saldando esa deuda social generada por décadas en nuestro departamento. 

Servir y no servirse es la consigna, algunos critican las obras y los hechos, generan odios disputas y confrontación, instrumentalizan los medios y la justicia para satisfacer sus intereses, sin límites desatan su furia, gastan mucho tiempo en destruir. Sigo convocando al abandono de la retórica que desprestigia y genera odio, sigo convocando al hacer, “por sus obras los conoceréis”.