Ante los desafíos de la oposición

Rodrigo López Oviedo

La oposición tiene todo el derecho a rechazar las reformas que impulsa el Gobierno, pero la forma como viene haciéndolo tiene un trasfondo más grave del que parecen reconocerle quienes las defienden.
PUBLICIDAD

El uribismo en general, pero muy especialmente uno de sus representantes a la Cámara, el señor Miguel Polo Polo, que parece estar aspirando a que lo conviertan en el Juan Guaidó colombiano, viene haciéndolo en unos términos tan encendidos que no deja ningún resquicio para dudar de que lo que está en curso es la misma estrategia empleada por las derechas venezolanas para recuperar el poder que perdieron de manos de Hugo Chávez Frías.

Recordemos que cuando en Venezuela apenas sí comenzaban a manifestarse los primeros síntomas del relevo ocurrido en Miraflores, ya las derechas estaban utilizando las peores estrategias a su alcance para recuperarlo. La primera fue la de las Fake News, falsas noticias a través de las cuales mostraban como perversas las buenas intenciones y medidas del chavismo. Luego vinieron las protestas callejeras, cargadas casi todas con intensas dosis de violencia; el acaparamiento, la especulación y, en general, el desabastecimiento de bienes y servicios; un golpe de Estado con reversa, varios intentos magnicidas, y todo esto bajo el respaldo del imperialismo norteamericano y sus satélites, expresado a través de sanciones económicas y comerciales.

Claro, podríamos pensar que una cosa es la derecha venezolana y otra muy distinta la de Colombia, y eso es cierto; pero ello no obsta para afirmar también que tal diferencia no es en nada favorable a la nuestra, y mucho menos en criminalidad, como bien lo confirmaron la JEP y la Corte Interamericana de Derechos Humanos al examinar los casos de los 6402 falsos positivos y del exterminio de la Unión Patriótica, en los cuales la encontraron culpable.

Esto obliga a los amigos del Gobierno de Petro a actuar con suma prudencia en la defensa de sus transformaciones. Son transformaciones que por el impacto favorable que tendrán sobre el nivel de vida de la población hay que defenderlas con energía, pero sin ninguna concesión a la aventura ni al terror, en cuya usanza al pueblo siempre le toca la de perder.

Petro nos ha invitado a salir a todas las plazas del país este próximo 14 de febrero, y él será el primero en acudir a la de Bolívar de Bogotá. No podemos quedarle mal. Sus programas de gobierno nos convienen a todos, y por el bien de todos debemos acompañarle en esta jornada, pero sin enfrentamientos con los que quieren poner el freno y la reversa. Nosotros lo que queremos es avanzar hacia una Colombia mejor.

 

RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

Comentarios