Actitudes positivas

El espíritu crítico debe ser desarrollado en cada uno de los habitantes de una región, de un país, sin que el concepto se confunda y la actitud y palabras se conviertan en pesimistas.

Una cosa es la concepción crítica que tiene su correspondiente fundamentación y otra, muy distinta, es caer en actitudes pesimistas, cuando se trata del comportamiento humano individual y social.

En nuestra región, con gran facilidad encontramos discursos desalentadores, negativos y tristes, capaces de permear a los que van creciendo, convirtiéndose en una práctica diaria que hace parte de la formación e idiosincrasia del lugar.


Entonces, la constante es ver rostros tristes, porque dentro de los hogares la formación tienen un tinte poco optimista, de bajas expectativas, de crítica y poco reconocimiento hacia los mismos miembros de su familia.


Es necesario saber adónde van nuestros hijos desde los primeros años de vida, contar con la cooperación y apoyo de los padres, obrar en búsqueda del propósito y no permitir por algún motivo el ingreso de obstáculos mentales, términos pesimistas, que impidan encontrar la meta. Hay que creer que es posible.


Radamel Falcao García es un ejemplo para la juventud. Desde temprana edad, a partir de su disciplina y del apoyo de sus padres para seguir el camino, fue programado desde su bautizo, toda vez que su nombre proviene del famoso jugador de fútbol.

Pero, además, escuchar a Falcao García en una entrevista a los 12 años es comprender que desde niño programó su vida neurolingüísticamente para ser el mejor: “Busco ser alguien famoso, salir de Colombia, aportar al fútbol colombiano y a los niños, cuando yo esté grande”, además de buscar siempre estar en primer lugar, ser el delantero, estar con Dios y sentir la importancia de que en familia y en la escuela le inculquen el respeto como un hecho esencial para formar personas.

Pero también aquí se evidencia que los modelos y patrones positivos de la familia se repiten o sirven de plataforma para surgir.


Como lo plantea Rhonda Byrne, en su libro El Secreto, “La Ley de Atracción es inmutable. Ella ordena que todo atraiga su igual. Las imágenes que están grabadas en el subconsciente atraen irremisiblemente todo lo de su misma clase y repelen todo lo que no sea afín a ellas. Por eso es que si el concepto del individuo es bueno, no se ve sino el bien.


“El individuo que está lleno de conceptos errados no le ocurren sino cosas malas, porque no le es posible atraer otra”.


“Por lo pronto, somos aquello que nuestro mundo nos invita a ser, y las facciones fundamentales de nuestra alma son impresas en ella, por el perfil del contorno, como por un molde.  Naturalmente, vivir no es más que tratar con el mundo. El cariz general que él nos presente será el cariz general de nuestras vidas”, dijo Ortega y Gasset. Pero nuestro mundo puede ser modificado por nuestros propósitos, nuestras palabras y nuestras acciones.


tatianarojas34@hotmail.com

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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