¿Cómo recuperar la esperanza?

En el Tolima, gobernador, alcaldes, concejales, diputados, líderes sociales, gremios económicos, educadores, sindicatos, asociaciones juveniles y juntas de acción comunal, pueden conformar una gran alianza para formular propuestas y encontrar caminos.

Los colombianos se encuentran pesimistas y así lo ratifica la encuesta de Invamer aplicada en los últimos días; los motivos son por todos conocidos y no es necesario ahondar en ellos. La medición, que se efectuó en tres periodos de tiempo (antes de las protestas, en su inicio y 20 días después), refleja que los principales problemas que manifiestan los ciudadanos son los mismos de los últimos años, sin aparente solución y que nos llevan por el camino de la desesperanza, que agobia en especial a millones de jóvenes que no perciben un futuro halagüeño.

Según los resultados de la última muestra, los principales problemas son el desempleo (32%) y la corrupción (24%); además, los encuestados consideran que la situación está empeorando (81%). El 76% desaprueba la gestión del presidente Iván Duque. Los personajes con imagen más negativa son el expresidente Álvaro Uribe (73%), el exvicepresidente Germán Vargas Lleras (62%), la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez (59%), Enrique Peñalosa (54%), Juan Manuel Santos  (52%) y Gustavo Petro (48%). La opinión que  tienen los colombianos de las instituciones también es desfavorable: partidos políticos (87%), Congreso (83%), sistema judicial (80%), Fiscalía (65%), medios de comunicación (65%), Corte Suprema de Justicia (61%), Corte Constitucional (59%), Policía (56%) y Procuraduría (55%). También expresaron su abierto rechazo a las organizaciones guerrilleras (Eln (92%) y Farc (90%). 

En contraste, la clase empresarial y la Iglesia Católica son las de mayor imagen positiva (62% y 59%, respectivamente). La mayoría mostró su apoyo a las protestas (89%) y cree que son organizadas por ciudadanos inconformes con la situación actual, pero rechaza la utilización de la violencia  (95%) y los bloqueos (60%).

Indudablemente, las perspectivas no pintan nada bien. Hay una desconfianza evidente de los ciudadanos en sus instituciones y, lo más preocupante, existe un desánimo colectivo por aquello que nos depara el porvenir.

Recuperar la esperanza comienza por devolver la confianza en las instituciones, mas  ¿cómo conseguirlo? La respuesta no es sencilla y hemos de hallarla entre todos; pero,  principalmente, corresponde a quienes tienen en sus manos las riendas de la nación. El primer paso ha de ser la transparencia; el segundo, abrir espacios de diálogo; el tercero llegar a acuerdos y cumplirlos. En el Tolima, gobernador, alcaldes, concejales, diputados, líderes sociales, gremios económicos, educadores, sindicatos, asociaciones juveniles y juntas de acción comunal, pueden conformar una gran alianza para formular propuestas y encontrar caminos. La solución no está a la vuelta de la esquina, pero hay que dar los primeros pasos para encontrarla.

EL NUEVO DÍA

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